¿Qué sabes de la mucosa de tu cuerpo? Aunque su nombre te recuerde a algo desagradable, es el revestimiento interior húmedo de algunos órganos y cavidades del cuerpo. Las glándulas de la mucosa producen el moco (líquido espeso y resbaloso) que también se conoce como membrana mucosa.
Las mucosas están en contacto continuo con el ambiente; se encuentran en ojos, nariz, boca, oídos y tracto genitourinario, gastrointestinal y respiratorio y son atacadas frecuentemente (casi diario) por virus, bacterias y parásitos. Si bien los mecanismos de defensa de estas áreas son eficientes, más del 80% de las infecciones logran entrar al organismo a través de estas vías.
Marco Antonio Vega López, del departamento de Infectómica y Patogénesis Molecular del Cinvestav, explica que en México anualmente se reportan más de 30 millones de casos de infecciones agudas respiratorias y gastrointestinales, lo cual representa un problema de salud. El investigador lleva 10 años dedicado al estudio del sistema inmunitario de las mucosas, en especial del tracto respiratorio.
El investigador señala que en condiciones normales, la infección activa una respuesta (por ejemplo, de anticuerpos) encargada de eliminar el problema y generar una memoria inmunológica que protegerá al organismo de futuros encuentros con el patógeno. Pero cuando la persona es muy joven, anciana o tiene algún problema fisiológico (como desnutrición), la enfermedad puede invadir la mucosa y al organismo por completo.
Pese a su importante papel en la protección contra virus, bacterias y parásitos, poco se conoce acerca de la estructura, desarrollo y regulación del sistema inmunitario en las mucosas, aspectos necesarios para entender la susceptibilidad a enfermedades infecciosas y para tener información sobre la edad óptima de vacunación.
Al respecto, el Integrante del Sistema Nacional de Investigadores estudia la inmunobiología del tracto respiratorio y ha demostrado que, aunque totalmente funcionales, la cantidad y ubicación de las células de la mucosa no son óptimas, lo que hace a los recién nacidos susceptibles a infecciones y a que su respuesta a la vacunación sea pobre, por lo cual se busca la manera de subsanar dicha deficiencia.
El objetivo no es sólo desarrollar vacunas sino diseñar métodos de administración efectivos, capaces de producir respuesta en las mucosas del organismo e impedir que los patógenos se implanten, se repliquen y se diseminen en el organismo, y así evitar el problema del "portador sano", que se refiere al individuo no enfermo pero que tiene sus mucosas infectadas y puede diseminar el patógeno.
Hasta el momento, se ha observado que el protocolo de inmunización (empleado en el laboratorio en cerdos) produce en jóvenes y adultos la generación de anticuerpos en el suero y en las mucosas de nariz, saliva, bronquios y vagina sin recurrir a sustancias que puedan ser tóxicas ni a inmunizaciones repetidas, lo que abre la posibilidad de usar al cerdo como modelo traslacional al ser humano, en un esquema de vacunación múltiple.
Es decir, al activar la respuesta inmune en diferentes lugares del organismo se puede atacar simultáneamente a varios patógenos, como en el caso del virus de la influenza y el del papiloma humano.
"Por ahora perfeccionamos este procedimiento de inmunización con dosis y nuevas rutas de aplicación, con el fin de hacer una comparación y elegir lo que resulte más eficiente", explica el especialista, quien destaca que en el país y en el mundo existen una gran cantidad de problemas infecciosos y alérgicos, por lo cual es urgente la formación de recursos humanos en el área de la inmunobiología de las mucosas con miras a diseñar métodos efectivos de diagnóstico, tratamiento y prevención.