Andrea Quezada es una joven mexicana que viajó a Portugal para realizar sus estudios de posdoctorado en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Lisboa, gracias a una beca que obtuvo por parte del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Mientras se encontraba allá, la pandemia de covid-19 inició y se dispersó por todo el mundo. Ante esa situación, recibió una invitación para sumarse como voluntaria a un equipo de investigación que busca combatir el virus.
Como parte de las investigaciones que realiza en su posdoctorado, Quezada busca desentrañar los misterios de las enfermedades de Alzheimer y Parkinson, pero ahora también ha sumado al nuevo coronavirus a sus objetivos de investigación, al haber aceptado sumarse al voluntariado de científicos.
Sin embargo, a Quezada le queda poco tiempo para avanzar con sus investigaciones, ya que su beca posdoctoral termina en octubre, así que reparte su día entre atender las investigaciones para su tesis y la lucha contra la covid-19.
Como voluntaria del equipo de investigación sobre la covid-19, su labor consiste en intervenir el virus en su fase inactiva para extraer su material genético. En su área, ella y una compañera se encargan de este proceso. Luego, el material pasa a otras personas que se dedican a su cuantificación.
En el laboratorio creado para la lucha contra la covid-19, destaca que el 69% de las personas que trabajan son mujeres. Aunque la invitación fue general, las científicas fueron las más solidarias en la lucha contra la pandemia en ese centro de investigación. En el mundo, el 70% de la fuerza laboral en el sector salud son mujeres, según la Organización Mundial de la Salud.
Con su trabajo voluntario, Quezada colabora en la detección de casos del nuevo coronavirus para prevenir un repunte en Portugal, donde el Instituto de Medicina Molecular de la Universidad de Lisboa logró crear un kit de diagnóstico de bajo costo, fabricado con productos locales.
Mientras que en México una prueba tipo RT-qPCR -de alto grado de confiabilidad- puede costar alrededor de 4 mil pesos, en Portugal el costo es de 30 euros, lo que equivale aproximadamente a 770 pesos.
Quezada colabora en el análisis del virus responsable de esta pandemia, pero ya que su beca está por terminar debe encontrar una fuente de financiamiento a su trabajo, para poder continuarlo y así ayudar a más personas.
Con información de TecReview