Aunque la primera y más importante instrucción respecto al coronavirus es que te laves las manos casi todo el tiempo, hay muchas otras formas de ayudarte a no estar mal física y mentalmente. Recuerda que el coronavirus llegó para mucho más que volverte loco, pues si aprendes a ver esta situación de manera filosófica, aprovechas cada minuto que tienes con tu familia y aprendes a valorar mucho más tu salud y la de la gente que te rodea, podrás sacar muchas ventajas espirituales para tu día a día.
Ahora mismo la gente que más debes cuidar son los niños pequeños y, por supuesto, los adultos mayores. Por esta razón es importante que si tienes la oportunidad de ayudar a que estas personas no salgan de sus casas, lo hagas. Las pequeñas acciones, como ayudarles con ir al mercado por su mandado o cualquier cosa que evite que salgan a la calle, pueden hacer una gran diferencia, siempre y cuando guardes una distancia adecuada de mínimo 1 metro a la hora de entregarles sus cosas.
Sé bondadoso con aquellos con quienes entras en contacto y comunícate con amigos y seres queridos. Todos están vulnerables emocionalmente, pueden sentir el peso y el impacto de esto y necesitan apoyo en este momento.
Hay formas de reforzar la salud e inmunidad ante el coronavirus desde un enfoque holístico, pero esto no quiere decir que hay una llave mágica o un método milagroso (si te sientes mal, debes ir al médico). Además, si está en tus posibilidades quedarte en casa en cuarentena voluntaria, debes hacerlo.
Reduce el tiempo que ves las noticias; de nada te sirve saber cuántas muertes hay por día, y menos si tomaste la decisión de quedarte en casa. Si por alguna razón aún vas a trabajar, no es sano para ti enterarte de todos los infectados justo antes de salir de casa; toma tus precauciones, usa gel antibacterial y lávate las manos en cuanto llegues a tu destino.
Esto ayudará a aliviar las ansiedades que rodean a la energía colectiva actual y también a tener un sueño más profundo y reparador a la hora de dormir.
Es importante que cada hora te tomes de 10 a 15 minutos para dejar todo lo que haces y te provoca estrés. Este tiempo úsalo para hacer largas respiraciones, contar hasta 10 y relajarte. Puedes complementar este ejercicio con meditaciones guiadas; puedes encontrar algunas en el canal de Youtube de Harmonía o buscar más de otros autores.
Para una relajación más profunda, agrega un par de gotas de lavanda en tus palmas y respira su aroma relajante (y si no puedes respirar profundamente, comunícate con tu médico de inmediato).
Lo principal para mantener un sistema inmunológico sano es dormir lo suficiente. Si no has podido dormir bien a causa de las noticias y el estrés colectivo, trata de relajarte con alguno de los consejos anteriores. Es necesario que tu cuerpo descanse y se recupere al mismo tiempo que lo hace tu mente.
Cuando despiertes, haz algunos ejercicios en tu sala, recámara o en algún lugar de la casa donde puedas extenderte. Existen varias rutinas en internet que podrían ser de mucha ayuda para ti, pues además de que fortalecen tus músculos pueden ayudarte a liberar la tensión. Quizás es momento de practicar yoga o de deshacerte de esa pancita si haces abdominales.
Es importante que todo este tiempo que estés en casa te alimentes correctamente. Incluye en tu dieta productos integrales, mucha agua, productos frescos, verduras de hoja verde y evita en la medida de lo posible la cafeína, los lácteos y el alcohol.
Superalimentos importantes para incluir en tu dieta