Este lunes 13 de abril es el Día Internacional del Beso. Se trata de una fecha que celebra cada año el beso más largo que se ha registrado hasta ahora: el de una pareja tailandesa que batió el récord mundial en un concurso anual, con un beso que duró casi 46 horas, ¡casi 2 días!

Pero este año la celebración tiene un cariz muy diferente, porque se da justo en medio de la cuarentena y el distanciamiento social que ésta implica. Así, sólo las parejas que permanecen juntas en el aislamiento podrán besarse, mientras que aquellos que viven separados de su ser amado deberán seguir sin tener contacto físico.

Esto puede ser un problema en cuanto a relaciones amorosas se refiere, ya que el contacto físico forma parte importante de la interacción en la pareja, no sólo en el ámbito sexual sino también en el afectivo y emocional, pues los besos pueden decir mucho más que las palabras.

Los besos son una forma de vincular y conectar con la pareja, pues detrás de cada beso siempre hay un mensaje, que puede ser de afecto, de deseo o de amor. Más allá de las sensaciones placenteras ocasionadas por las reacciones químicas que se dan al besar y por la gran cantidad de terminaciones nerviosas que hay en los labios, los besos hacen surgir muchas emociones que fomentan la cercanía, crean lazos y fortalecen los vínculos, por lo que son muy importantes en una relación. 

Conexión sin contacto

En las circunstancias de estrés, ansiedad e incertidumbre que se viven actualmente, los besos serían el remedio perfecto para elevar el ánimo, sin embargo, el distanciamiento social hace necesario que las parejas encuentren formas distintas de expresar sus emociones y de crear sensaciones como las que un beso genera.

Aunque el erotismo tiene un fuerte componente físico en el que acciones como besar y acariciar conectan con el propio cuerpo y con el de la pareja, es un hecho que la sexualidad, en su concepto más amplio, de actividad emocional, espiritual y física, tiene como órgano más importante al cerebro.

De esta manera, al apelar a la actividad cerebral vinculada al amor y el erotismo los límites de la falta de contacto físico pueden pasar a segundo plano porque la mente, la memoria y la imaginación son muy poderosas y también son capaces de crear lazos muy fuertes, involucrados con emociones y sentimientos tan intensos como los que se dan al tener a la otra persona enfrente. 

Por ello, en estos momentos es muy importante y necesario estimular el cerebro, que es el órgano sexual principal, pues al hacerlo se activa una gran fuente de placer, intimidad, cercanía y, por consiguiente, también de inmunidad, ya que las sensaciones positivas, agradables y placenteras ayudan a fortalecer el sistema inmunológico. 

Al conectar con tu pareja aunque no tengan contacto físico, ambos pueden construir un lugar emocional que les permita sentirse seguros, protegidos, comprendidos y amados. Así que es momento de dar rienda suelta a la imaginación para besarse y acariciarse sin necesidad de tocarse, para que no sólo sus cuerpos sino también su mente y su espíritu sientan esa conexión que el amor genera.

Para empezar, es necesario que cada uno salga del lugar de estrés y ansiedad en el que esta situación los puede tener, para que puedan conectar primero con su propia energía amorosa. De esta manera serán capaces de entrar a su mundo sexual sin siquiera tocarse, a través de pensamientos, recuerdos, palabras, miradas, gestos y con cada acción que compartan. 

Para ello pueden hacer uso del teléfono, los servicios de mensajería, las fotos y videollamadas. Pueden hacer que la tecnología deje de ser un medio frío para convertirse en la vía de unión entre ambos. 

Y esto no se limita al terreno sexual, pues también pueden mantenerse en contacto para hablar de lo que sienten, desahogarse, sentirse acompañados escuchados, comprendidos, cuidados y apoyados. 

Abran su corazón, sin miedos ni ataduras, externen su sentir, escúchense y anímense mutuamente, dejen que las palabras fluyan desde su corazón y así podrán sentirse abrazados sin importar la distancia. 

Si logran conectarse tan íntimamente, al vincular sus emociones, sentimientos, necesidades y espíritus, tendrán invaluables momentos de calma y confianza en los que la intimidad se expresará en todo su esplendor, incluso sin besos.

Y para cuando todo esto termine y puedan reencontrarse para llenarse de besos, estos son algunos de los beneficios de besar: 

• Se estimulan alrededor de 34 músculos de la cara.
• Se reducen los niveles de cortisol, que es la hormona del estrés.
• Aumentan los niveles de oxitocina, hormona que genera sentimientos de apego y afecto.
• Aumenta la segregación de serotonina, hormona que disminuye la sensación de tristeza.
• Aumenta la segregación de dopamina, una hormona que produce sensación de euforia.