Los tiempos de crisis sólo deben enseñarte algo: que todo pasa y siempre puedes salir de esta. Ya sea en una relación, una enfermedad, en tu trabajo o en cualquier área de tu vida, los momentos difíciles están ahí para demostrarte que puedes con eso y más. Bien dicen que Dios le da sus batallas más difíciles a aquellos guerreros que pueden salir de ellas.
Uno de los rasgos más representativos de la crisis es la incertidumbre. No sabes qué pasará o si verás la luz al final del túnel; pero créelo, sí lo harás.
Para poder cultivar la esperanza tienes que salir de la perspectiva de que todo es negativo o malo. Ese es el primer paso, darte cuenta de que existe mucho más que sólo tu perspectiva cuadrada y cerrada. Además de esto, compartir con otras personas te puede ayudar a darte cuenta de que no todo es tan malo como piensas; si tienes una red de amigos o familiares que realmente se preocupen por ti, te ayudarán a ver cualquier problema desde diferentes ángulos.
Cuando no tienes esperanza, tienes miedo, lo que lleva a que tengas ansiedad y se haga un círculo vicioso que parece no tener fin. El psicólogo Matthew Gallagher, de la Universidad de Houston, dice que actualmente se descuida al aspecto de la esperanza y por ello existen muchos más trastornos de ansiedad.
La esperanza está estrechamente relacionada con otros aspectos estudiados por la psicología positiva, como la autoeficacia y el optimismo, que también han demostrado tener una clara relevancia para promover la resistencia y la recuperación de los trastornos emocionales.
En momentos de crisis es muy fácil que caigas en un hoyo de desesperación. Todo parece ir mal y por más que intentes nada cambia. El primer paso que debes dar para cultivar la esperanza es darte cuenta de que hay mucho más, no todo es tan caótico como piensas. Tan sólo mira las cosas que logras día con día; por más pequeñas que sean, tómalas en cuenta y alégrate por ello.
En tiempos de crisis es sumamente importante que dediques tiempo a estar con tus familiares o amigos. Date cuenta de lo importante que son las relaciones interpersonales y cultívalas. Pasar tiempo con ellos te hará sentir que las cosas no están tan mal como crees.
Puede ser con un psicólogo o alguien que sea de tu total confianza. Es muy fácil caer en un bucle de pensamientos negativos en momentos de crisis. Pero si puedes compartir lo que pasa por tu mente, verás que en ocasiones son ideas erróneas. Recuerda que a veces tu mente puede ser tu peor enemiga.
Es muy fácil decirlo, pero si no tienes fe en que las cosas puedan mejorar, ¿cuál es el punto? Tienes que tomar las acciones adecuadas para que todo vaya por el mejor camino, pero tener fe y ser agradecido por lo que tienes día a día te ayudará en este proceso.