En 2017 la población en la Tierra rebasó los 7,350 millones de habitantes. Por eso se ha intentado generar conciencia sobre el crecimiento de la población en el planeta y la responsabilidad que los adultos deben tener al decidir si quieren ser padres y, de ser el caso, cuándo es el momento adecuado para serlo. Aunque los métodos anticonceptivos más utilizados siguen siendo los condones y la píldora anticonceptiva, no necesariamente son los más cómodos. Afortunadamente, ahora hay más opciones:
Microchip anticonceptivo
Empezó a desarrollarse en la década de 1990 pero fue hasta 2012 que la tecnología se vendió a la empresa MicroCHIPS, la cual ha trabajado en conjunto con investigadores del MIT y la fundación Bill y Melinda Gates. El chip de 20x20x7 mm da a las mujeres autonomía para activarlo y desactivarlo remotamente sin la necesidad de intervención de un médico (hasta que llega su fecha de caducidad que es casi 16 años después de su implantación) y funciona mediante la liberación de la hormona levonorgestrel en dosis controladas.
El proyecto lleva ya dos años en pruebas y se espera que esté en el mercado en 2018. Cabe advertir que si bien se destaca por su durabilidad y porque no produce reacciones adversas, no protege de las enfermedades de transmisión sexual (ETS).
Condones Origami
Aunque su nombre apunta lo contrario, no están hechos de papel japonés, pero sí hacen alusión a la textura ultrafina de este arte. Origami Condoms son la nueva generación de condones hechos de silicona que, además, no necesitan desenrollarse. Gracias a que están lubricados por dentro, resbalan durante la penetración proporcionando una sensación natural en un ambiente húmedo, como sucede en el sexo sin condón. Son más resistentes que los condones de látex, además de que la silicona es más efectiva en el bloqueo de bacterias y virus, por lo cual se recomiendan para evitar las ETS. Pronto saldrán al mercado.
Diafragma contorneado Caya
El diafragma no está considerado como uno de los métodos anticonceptivos favoritos a pesar de tener un precio asequible, estar libre de hormonas y provocar pocos efectos secundarios. Esto se debe a que no es cómodo ni de aplicación fácil. Caya es un diafragma que pretende dar solución a esos inconvenientes a través de cuatro características específicas: una membrana de silicona (ideal para mujeres alérgicas al látex) que cubre el cuello uterino por completo, líneas de agarre que indican cómo se debe sostener para su colocación, un borde flexible que facilita su inserción y una bóveda que ayuda a su extracción. Se acompaña de un gel con pH ácido que desactiva las células espermatozoides actuando como una barrera adicional y se limpia fácilmente con agua y jabón suave. Ofrece cierta protección frente algunas ETS pero no contra el VIH.
Nuvaring
El anillo anticonceptivo vaginal se coloca una vez al mes y se deja durante tres semanas. Tiene la ventaja de no requerir una preparación previa antes de la relación sexual y puede ayudar a reducir los síntomas premenstruales, periodos irregulares o de sangrado abundante y enfermedad de inflamación pélvica, pero también tiene efectos secundarios posibles como vómito, náuseas y sensibilidad en los senos. Al ser un método de liberación hormonal, funciona espesando la mucosidad cervical, con lo cual evita que el espermatozoide se introduzca en el óvulo, y al modificar el revestimiento del útero evita que el óvulo se adhiera a la pared del útero. No previene ETS.
Vasalgel
Este método anticonceptivo para hombres consiste en inyectar un hidrogel esponjoso y flexible en el conducto por donde sale el esperma. Con ello se bloquea su salida y se desintegra a los espermatozoides que intentan salir, es decir, hace una función similar a la vasectomía pero, a diferencia de ésta, es reversible. Debido a que solamente filtra el semen, no previene ETS, por lo que en caso de tener sexo con varias parejas, es mejor usar también condón. Puede durar de 10 a 15 años y se espera que esté disponible en 2018.