Probablemente quieres llevar un estilo de vida saludable, pero piensas que es demasiado complicado debido a que trabajas y pasas muchas horas en la oficina. Así, la falta de tiempo, el estrés y otros factores afectan de manera negativa tu salud. 

Además, al estar fuera de casa nunca faltan las tentaciones que están al alcance de la mano, como la máquina de golosinas, los pasteles en los cumpleaños, los viernes de chilaquiles, la comida rápida… en fin, llevar una vida saludable en la oficina no es tarea fácil.

Para comer bien mientras estás en el trabajo tienes que hacerte a la idea de que vas a tener que cocinar por lo menos algunas cosas, además de ir a comprar la despensa y tratar de resistirte a todas las tentaciones que se pueden poner enfrente de ti.  

Los especialistas de la Clínica Balianz del Dr. Fernado Pérez Galaz, expertos en obesidad, comparten contigo algunos consejos que te pueden ayudar a establecer una rutina saludable, para librarte poco a poco de los malos hábitos.

Cocina tu propia comida. Preparar tu comida te ayuda a controlar tu alimentación, porque eliges los ingredientes, puedes cuidar su aporte calórico, moderarte en la cantidad de azúcar y grasa, así como medirte en las porciones que consumes. Además de que tu bolsillo te lo agradecerá. 

Desayuna. Aunque suene a frase trillada, la verdad es que el desayuno sí es el alimento más importante del día, porque te da la energía que necesitas para iniciar la jornada. Si no te da hambre muy temprano, puedes tomar un licuado hecho con leche vegetal, fruta, un cereal integral y sin azúcar. Las ventajas de este tipo de desayuno son la facilidad y rapidez de preparación, la energía que proveen y sus aportaciones nutricionales.

Deja los dulces. A veces es más fácil comprarte unas galletas, papas o barritas de chocolate para tomarlos como un snack antes de la comida, pero son cosas que no van a aportarte nada de nutrientes y sí muchas calorías. Mejor opta por llevar una bolsa de nueces o almendras, fruta fresca o verduras. Son opciones mucho más nutritivas y pueden saciar tu hambre por más tiempo.

Toma agua. Está bien que te tomes un refresco de vez en cuando, pero no es nada bueno para la salud hacerlo todo los días. Tu cuerpo necesita mantenerse hidratado y la mejor forma de hacerlo es al tomar agua natural. Si no te gusta el agua simple, para variar su sabor puedes agregar infusiones de fruta o hierbas, jugo de limón o un poco de fruta picada.

Muévete. Si permaneces más de 8 horas sentado es importante que te levantes a caminar 5 minutos cada hora, para poder mejorar tu digestión y activar la circulación sanguínea en tus piernas. También puedes aplicar pequeños cambios a tu rutina diaria, como sustituir el uso del elevador por las escaleras y caminar más, en lugar de usar el coche para todo.

No tengas comida en tu escritorio. No te sientas culpable, muchas personas tienen su cajón secreto lleno de golosinas, pero lo ideal para mantenerte saludable es que limpies tu lugar de las papas, dulces y demás tentaciones, así te evitarás comer por ocio, aburrimiento o estrés. Lo más recomendable cuando te sientas estresado es respirar, salir a caminar un poco y tomar agua. En caso de que no puedas controlar tu necesidad de comer por ansiedad, puedes comer zanahorias, jícama o pepinos en pequeñas porciones. 

Acude con especialistas.  Ya que cada organismo es diferente, no a todos les funciona lo mismo. Si comenzaste una dieta y no ves resultados, lo ideal es que acudas con un especialista para que te ayude a diseñar un plan alimenticio y de actividad física acorde con tus necesidades y tiempos.

Por último, estos son algunas recomendaciones de alimentos saludables que puedes consumir durante las horas del trabajo, para evitar caer en las tentaciones y antojos de la comida chatarra:

• Recipientes con jícama, pepino picado, zanahoria, apio picado o espárragos. Puedes agregar sal y limón, pero no en exceso.
• Un sándwich pequeño con pan de trigo, jamón de pechuga de pavo o atún.
• Una bolsa pequeña de nueces, cacahuates naturales (no japoneses, garapiñados ni salados) o almendras.
• En caso que tener acceso al refrigerador del comedor, lleva yogurt light o queso cottage para acompañar tu fruta.
• Una ensalada regular con trocitos de pollo o queso panela.
• Unos rollitos de jamón de pavo light y queso panela light.