Es muy probable que lo primero que llegue a tu mente cuando estás enfermo es un rico caldo o comida que te nutra, o como se dice comúnmente, alimentos para el alma. Ya sea para la gripe o alguna enfermedad gastrointestinal, por ejemplo, los caldos han sido utilizados desde la época de Hipócrates para cuidar la salud.
Una tendencia actual en alimentación saludable es el caldo de huesos, que además puede ayudar a retrasar el proceso de envejecimiento. Sí, puedes utilizar los huesos de pollo, pescado o carne para crear un delicioso elixir lleno de vitaminas, minerales, colágeno y propiedades curativas. Inclusive existen lugres que se asemejan a una cafetería donde lo único que podrás encontrar es una gran variedad de caldo de huesos. Famosas como Halle Berry y Salma Hayek, entre otras, juran que es uno de los alimentos más nutritivos.
En el mundo de la alimentación hay variedad para todas las personas, lo importante es que siempre reconozcas cómo se siente tu cuerpo con lo que le proporcionas y entonces puedas obtener los nutrientes necesarios para tener una salud óptima.
En años recientes se ha visto que muchas de las enfermedades podrían tener sus raíces en el intestino y que todo lo que comes te afecta de una manera u otra, no solamente a nivel fisiológico sino también psicológico. Recuerda que tu intestino es el segundo cerebro, y cuando tienes un buen equilibrio en tu flora intestinal es cuando realmente puedes tener una salud óptima.
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El caldo de huesos es un alimento que no solamente te ayudará con los problemas digestivos, sino que también promete ser tu mejor aliado si tienes alguna afectación en tus articulaciones, ya que el contenido de colágeno y minerales es sumamente alto.
Reduce la inflamación
Este “líquido dorado”, como muchas personas lo conocen, tiene un alto contenido de glicina, un aminoácido que puede faltarle a muchas personas con problemas de articulaciones que son provocados por la inflamación, como artritis y artrosis, entre otras.
Ayuda a mejorar el síndrome de intestino permeable
Debido a su alto contenido de gelatina, este alimento es una gran herramienta para las personas que tienen intestino permeable, ya que ayuda a disminuir la inflamación y sella el intestino.
Promueve la salud de tus uñas, cabello y piel
Su alto contenido en minerales como calcio, magnesio, fósforo, silicio y azufre lo convierten en tu producto de belleza más completo y mucho más barato que los tratamientos y productos cosméticos.
Promueve la desintoxicación
En el mundo de hoy casi siempre estás rodeado de toxinas y contaminantes, desde los productos que utilizas diariamente en la casa y los que usas para tu belleza personal, hasta todo lo que respiras. Por ello, es sumamente importante que de vez en cuando tengas una rutina de desintoxicación.
El caldo de huesos promueve la desintoxicación, pues le ayuda a tu sistema digestivo a expulsar cosas que ya no necesitas, a nivel celular y a tu hígado.
Ingredientes
Preparación
Si utilizas una olla convencional y no quieres dejar el fuego encendido durante tanto tiempo, puedes cocinar el caldo como mínimo de 6 a 8 horas a fuego bajo.
Lo ideal para preparar este tipo de caldos es usar una olla de cocimiento lento, con la cual puedes dejar la preparación al fuego durante los tiempos recomendado, sin preocupaciones de que el agua se reconsuma y se queme o de que ocurra algún incidente.
Una vez que tu caldo está listo, puedes conservarlo en refrigeración por hasta dos semanas, y es normal que adquiera una consistencia gelatinosa al enfriarse, pues eso indica que tiene una buena calidad y una alta concentración de nutrientes. Si se le forma una capa de grasa al enfriarse, lo mejor es que la retires.
Si preparaste mucho, puedes congelarlo en frascos de cristal (deja de 2 a 3 centímetros libres para evitar que se rompa cuando el líquido se expanda) e incluso puedes usar recipientes para preparar cubitos de hielo para congelar tu caldo y así sólo descongelar las porciones que vayas a usar. En congelación, se conserva hasta 6 meses.
Es importante que siempre lo calientes en la estufa y nunca en el microondas, ya que al hacerlo se pueden destruir los aminoácidos que contiene.
Este caldo se puede beber en las mañanas, en una taza como si fuera tu café o té, o bien puedes usarlo como base para preparar sopas, estofados y salsas. Y si quieres darle un toque de sabor distinto, antes de beber puedes ponerlo a calentar y agregar alguna especia como cúrcuma, comino, pimienta, o la que prefieras.
Con información de Mercola y Dieta Paleo