Toda la vida has escuchado acerca de las vitaminas y su importante papel en tu salud, pero pocas veces te dicen exactamente dónde encontrarlas y cómo aprovechar mejor sus beneficios. Hay algunas que destacan como superestrellas por lo mucho que pueden hacer por ti.

Las vitaminas A y C son importantes actores en el cuidado de la piel. La vitamina A se conoce como retinol y la vitamina C es el elemento esencial que los devotos del cuidado de la piel atesoran para su régimen. Pero hay otra vitamina igualmente importante que a menudo se ignora y es la vitamina B3, un nutriente que el cuerpo necesita y que tiene beneficios extras para la piel. Esta vitamina, que también se conoce como niacinamida, es de las favoritas de cosmetólogos y dermatólogos.

"La niacinamida es vitamina B3 que se usa comúnmente en productos para el cuidado de la piel", dice Joshua Zeichner, dermatólogo de Nueva York; "Ayuda a iluminar la tez y aclara las manchas oscuras. También ayuda a calmar la inflamación y promueve la producción de colágeno". El especialista comenta que se puede usar en todo tipo de piel, incluso en aquellas muy sensibles.

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Esencialmente, la niacinamida es un ingrediente clave para agregar a tu régimen de cuidado de la piel por los múltiples beneficios que brinda. "La niacinamida o vitamina B3 es un ingrediente clave para tratar los cambios que la piel sufre con la edad, el acné y la decoloración de la piel", dice Alison Adams-Woodford de PCA Skin; "Naturalmente, calma la piel y proporciona un brillo espectacular". Otros beneficios incluyen la disminución de la hiperpigmentación, manchas, líneas de expresión y acné. Además de eso, hidrata y tiene un efecto antioxidante. 

Una dieta equilibrada te aportará las vitaminas que tu cuerpo requiere, sin necesidad de un aporte adicional de suplementos vitamínicos. Los alimentos con mayor contenido de vitamina B3 son: cacahuates, atún, pollo, bacalao, salmón y carne de cerdo magra. Además de mantener la piel sana, la vitamina B3 interviene en el metabolismo de los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas, colabora en las funciones del sistema nervioso y del digestivo y favorece la producción de las hormonas sexuales.

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Con información de Well + Good