Existen rasgos comunes entre los síntomas de un ataque de ansiedad o un ataque de pánico y las características que anuncian un posible infarto. Sin embargo, y como podrás imaginar, se trata de situaciones bastante distintas entre sí, y es importante reconocer la diferencia para poder encontrar la calma o, de ser necesario, acudir con un doctor.

Muchas veces pensamos que nos va a dar un infarto, cuando más bien estamos viviendo una crisis de ansiedad o pánico. Así puedes distinguirlos:

1. Cuando sentimos dolor en el pecho, podemos pensar que se trata de un infarto, cuando en realidad la ansiedad tiene una manera similar de manifestarse. La diferencia es que la ansiedad no se vincula con el esfuerzo físico y suele ser una sensación de opresión más generalizada.

2. Los síntomas de la ansiedad suelen durar apenas unos minutos, mientras que los de los problemas cardíacos duran más tiempo y aparecen con frecuencia. No obstante, no hay que esperar a ver si vuelven a aparecer cuando se sienten, ya que ello puede resultar mortal en el caso de un infarto.

3. Cuando tenemos problemas para respirar o sensación de ahogo, solemos estar más ante un problema de ansiedad que ante un infarto.

4. Con la ansiedad tenemos la sensación de adormecimiento de algunas partes del cuerpo, pero con el riesgo de infarto esto suele estar más centrado del lado izquierdo del cuerpo y tener una duración más prolongada.

5. Con la ansiedad hay una sensación en la persona de sentir que pierde el control de su mente o su cuerpo, mientras que el infarto no pasa por sensaciones de este tipo.

Insistimos en que aunque los síntomas de la ansiedad pueden ser bastante similares a los de un problema cardiovascular, no debemos hacer menos a ninguna de estas sensaciones, y si aparecen, es recomendable acudir de inmediato con un médico profesional.

Con información de Psicología y mente