El cáncer de mama es una de las enfermedades más comunes entre las mujeres en todo el mundo. Aunque puede afectar a los hombres, es mucho más común en las mujeres. La prevención y detección temprana son fundamentales para combatir esta enfermedad y aumentar las posibilidades de supervivencia. A continuación, te hablaremos sobre la importancia de prevenir el cáncer de mama, cómo detectarlo y los factores de riesgo asociados.
La prevención del cáncer de mama es esencial porque, cuando se detecta y trata a tiempo, las posibilidades de recuperación son significativamente más altas. La detección temprana puede reducir la necesidad de tratamientos más agresivos y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
- Edad: El riesgo aumenta con la edad.
- Antecedentes familiares: Las mujeres con familiares cercanos que han tenido cáncer de mama tienen un riesgo mayor.
- Genética: Las mutaciones genéticas, como BRCA1 y BRCA2, aumentan el riesgo.
- Radiación: La exposición a radiaciones en el pecho, como las radiografías, puede aumentar el riesgo.
- Menstruación temprana o menopausia tardía: Las mujeres que comenzaron a menstruar antes de los 12 años o entraron en la menopausia después de los 55 tienen un riesgo mayor.
- Hormonas: El uso prolongado de terapias de reemplazo hormonal puede aumentar el riesgo.
- Otros factores: Incluyen no tener hijos, tener el primer hijo después de los 30 años, el consumo excesivo de alcohol, entre otros.
- Autoexamen: Es una técnica que todas las mujeres deben conocer y practicar regularmente. Consiste en palpar el tejido mamario en busca de bultos o irregularidades.
- Mamografía: Es una radiografía de la mama que puede detectar tumores que no se sienten. Se recomienda a mujeres mayores de 40 años o antes si tienen antecedentes familiares.
- Ecografía mamaria: Se utiliza para examinar bultos que se encuentran durante un autoexamen o mamografía.
- Biopsia: Si se encuentra un bulto sospechoso, se puede realizar una biopsia para determinar si es canceroso.
El autoexamen mamario es una técnica que todas las mujeres pueden y deben aprender para conocer a sus mamás y detectar cualquier cambio anormal. Aunque no reemplaza a las mamografías y otros exámenes clínicos, es una herramienta valiosa para la detección temprana. Los siguientes pasos te pueden orientar en la forma adecuada de realizarlo y qué detalles tomar en cuenta al hacerlo:
Observación frente al espejo
- Colócate ante el espejo, desnuda de la cintura para arriba.
- Observa tus senos mientras colocas tus brazos a los lados.
- Levanta los brazos y observa si hay algún cambio en el contorno, alguna deformación o hundimiento, o si hay cambios en los pezones.
- Con las manos en las caderas, flexiona los músculos del pecho y observa si hay cambios en la forma o el contorno de las mamas.
Tacto en posición de pie
- Levanta tu brazo izquierdo y con la mano derecha, utiliza las yemas de los tres dedos del medio para palpar la mama izquierda con movimientos circulares. Hazlo de forma sistemática, cubriendo todo el seno.
- Repite el proceso con la mama derecha.
- También puedes realizar este paso durante la ducha, ya que la piel mojada permite que los dedos se deslicen fácilmente sobre la piel y esto te ayuda a percibir con mayor facilidad cualquier cambio, textura, abultamiento o hundimiento.
Tacto en posición acostada
- Acuéstate boca arriba y coloca una almohada o toalla enrollada bajo el hombro izquierdo. Usa la mano derecha para palpar la mama izquierda, como se describió anteriormente.
- Cambia la almohada al hombro derecho y repite con la mama derecha.
Examina los pezones
- Presiona suavemente los pezones y observa si hay secreción.
Detalles a tener en cuenta al realizar el autoexamen, para detectar el cáncer de mama a tiempo:
- Nódulos o bultos: Un bulto que se siente diferente al resto del tejido mamario.
- Cambios en el tamaño, forma o apariencia de la mama.
- Hundimientos o retracciones: Especialmente si es en una parte de la mama o el pezón.
- Secreción del pezón: Que no sea leche materna, especialmente si es sanguinolenta.
- Piel de naranja: Piel de la mama con hoyuelos o arrugada.
- Enrojecimiento o descamación: En la piel del pezón o en la mama.
- Dolor: Un dolor en las mamas que no desaparece con el ciclo menstrual.
Es importante realizar el autoexamen regularmente, preferiblemente una vez al mes, unos días después de finalizar el período menstrual, ya que las mamas suelen estar menos sensibles. Si detectas alguna anomalía o cambio, es esencial consultar a un médico de inmediato. Aunque muchos cambios no son cancerosos, es crucial obtener un diagnóstico adecuado para actuar de manera oportuna si es necesario.