El verano es una de las épocas más esperadas por todos; es el marco perfecto para pasar tiempo con familia y amigos. Con frecuencia, estos días representan una pausa en el ritmo de vida y, en la mayoría de los casos, un cambio de hábitos. Es un buen momento para olvidarse del estrés y los deberes. Sin embargo, las personas que viven con diabetes deben tomar en cuenta que la enfermedad no tiene días de descanso y que mantener una rutina de cuidados es fundamental para disfrutar al máximo y sin preocupaciones.
Cuando se vive con diabetes, los excesos en bebidas y comidas propias de la temporada vacacional pueden poner en riesgo la salud al elevar los niveles de azúcar en la sangre (hiperglucemia). La endocrinóloga Sonia Citlali Juárez Comboni, gerente médico del área Cardiometabólica de Boehringer Ingelheim México, recomienda que el paciente planee sus viajes con anticipación para no modificar radicalmente su rutina cotidiana.
La especialista señala que el buen control de esta condición de salud se sustenta en tres pilares fundamentales:
1. Llevar un plan de alimentación, con horarios establecidos, colaciones y disminución del consumo de grasas, azúcares, sal y carbohidratos.
2. Hacer ejercicio por lo menos 30 minutos al día.
3. Apegarse al tratamiento farmacológico personalizado de acuerdo a las necesidades de cada paciente.
La doctora Juárez explica:
La adherencia terapéutica es muy importante, particularmente en personas con diabetes mellitus tipo 2 (DM2), ya que tienen un mayor riesgo de presentar complicaciones micro y macrovasculares que afectan órganos vitales como corazón, riñones, entre otros. Además, se ha demostrado que quienes presentan esta condición tienen de dos a cuatro veces más probabilidades de sufrir un infarto agudo de miocardio, una enfermedad vascular cerebral o insuficiencia arterial periférica, en comparación con quienes no la padecen.
En este sentido, Juárez dice que es recomendable que quienes viven con diabetes vayan al médico para que evalúe su riesgo cardiovascular y en caso de ser necesario les prescriba un medicamento que además de ayudarlos a controlar la enfermedad, proteja su corazón en todo momento. En la actualidad, la comunidad médica ya cuenta con nuevos tratamientos innovadores para el control glucémico, que además reduce el riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares en adultos con DM2.
Asimismo, la especialista hizo hincapié en la necesidad de que las personas con diabetes vayan con su médico al menos 3 semanas antes y comenten sobre los detalles de su viaje, lo que les permitirá planificar mejor sus actividades y prevenir cualquier eventualidad que se presente. Por ello, compartió 10 consejos para salir de viaje:
1. Portar brazalete o tarjeta que contenga información relevante en caso de emergencia como: padecimientos, tipo de sangre, alergias, información de su seguro y número de emergencia, incluidos los datos de su médico.
2. Llevar los medicamentos en el equipaje de mano, verificar fecha de caducidad y empacarlos de manera adecuada con una etiqueta que indique para qué sirven, horarios y dosis. Se debe tener en cuenta el cambio de zonas horarias del lugar de destino. Se recomienda llevar siempre una copia de la receta médica, pues esto permitirá adquirirlos en caso de extravío o accidente, así como justificarlos en el aeropuerto o aduana. Se aconseja incluir también medicamentos para tratar complicaciones del viaje, como diarreas o vómitos.
3. Incluir en la maleta de mano un medidor de glucosa con suficientes tiras reactivas, lancetas y pilas.
4. Llevar ropa, sombrero y zapatos cómodos, entre ellos tenis y sandalias que permitan proteger los pies; sobre todo, ser cuidadoso al caminar en el piso caliente alrededor de las piscinas y en la arena de las playas. Evitar estar descalzo.
5. Llevar frutas deshidratadas y semillas para el refrigerio. Como estos alimentos pueden tener muchas calorías, se recomiendan porciones pequeñas (¼ de taza). Evitar a toda costa saltar las comidas y procurar elegir alimentos balanceados. En caso de probar algo nuevo, se debe hacer con moderación.
6. Mantenerse bien hidratado, de preferencia con agua natural. Evitar tomar bebidas gaseosas, jugos o alcohol.
7. Reducir la exposición al sol, para evitar quemaduras o lesiones cutáneas; se debe usar un protector solar.
8. Evitar hacer ejercicio intenso en ayuno o si se identifican niveles muy bajos de glucosa (hipoglucemia). No se recomienda la actividad física de alto impacto en adultos mayores, porque puede causar daños en articulaciones.
9. En caso de viajar a países donde se exijan ciertas vacunas, se aconseja aplicarlas semanas antes, para dar tiempo al organismo de reponerse frente a una posible reacción.
10. Controlar el estrés y tener una actitud positiva para enfrentar los retos de la diabetes en el día a día.
La doctora Juárez recuerda que la DM2 por sí misma pone al paciente en peligro de enfermedad cardíaca, de ahí la relevancia de que éste consulte a su médico cualquier duda relacionada con su corazón antes de salir de vacaciones o realizar una larga estancia en otro país.