En la actualidad, 70% de los adultos padecen sobrepeso y 30% de las personas con sobrepeso piensan que es normal. De ese alto porcentaje, las mujeres representan el grupo principal con sobrepeso y obesidad, situación que se ve desde la infancia, pero que se incrementa de manera alarmante en la adolescencia y edad adulta.
Los últimos datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino (ENSANUT MC), realizada en el año 2016, mostraron que la prevalencia de sobrepeso y obesidad abdominal en mujeres adolescentes y adultas es mayor en mujeres (87.7%) que en hombres (65.4%).
La doctora Martha Ontiveros, especialista del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente, explica que las causas de la obesidad en las mujeres obedecen a múltiples factores de género, por ejemplo, no practicar deporte desde la infancia, factor que acelera el incremento de peso debido al sedentarismo en diversas etapas de la vida.
A pesar de que las personas que padecen diabetes u obesidad son más vulnerables a tener depresión, esta enfermedad está presente en al menos 3.3% de la población y se presenta principalmente en tres etapas de la vida, a los 17, 32 y 60 años, y en muchas ocasiones se minimizan o se ignoran las señales pues se confunden con estados de ánimo pasajeros.
La especialista añade que existen etapas críticas como la adolescencia donde se debe intervenir para impactar en la vida adulta, ya que a partir de la adolescencia las jóvenes se pueden deprimir dos veces más que los hombres, y en las adolescentes con obesidad la depresión se incrementa hasta en un 30%.
Entre las muchas causas de la depresión en adolescentes se encuentran el abuso físico, la violación, el abuso psicológico y una situación desfavorable desde lo psicosocial, particularmente cuando se establecen estereotipos de belleza que circulan en las diferentes plataformas digitales en las que los jóvenes siguen distintas modas.
Pero no basta con el esfuerzo personal para cambiar la situación, es necesario que las políticas públicas tengan un cambio para impulsar una mejora social. “A un niño se le puede educar a que tome agua en lugar de bebidas con azúcar pero si sale a la calle y encuentra solamente refrescos, el esfuerzo no sirve de nada”, expresa el doctor Simón Barquera Cervera, director del Área de Investigación en Políticas y Programas de Nutrición del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública, al enfatizar que para combatir la obesidad se requiere apoyo de la sociedad y la industria alimentaria, así como la modificación del ambiente.
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