Pasar mucho tiempo sentados es un mal del mundo actual, el cual se ha acentuado ante la pandemia y el confinamiento, pues las personas se han visto orilladas a pasar más tiempo en casa y prácticas como el trabajo y la educación a distancia atan aún más a las personas a sus sillas.
De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), permanecer sentados durante periodos continuos y prolongados es un factor de riesgo para enfermedades como el cáncer, las enfermedades cardiacas y la obesidad, sólo por nombrar algunas.
Recientemente, un estudio publicado en Sport Sciences for Health descubrió que sentarse durante mucho tiempo también podría tener efectos adversos en el bienestar mental, pues afecta el estado de ánimo, el humor e incluso puede propiciar emociones consideradas negativas y aumentar el riesgo de padecer problemas mentales como depresión y ansiedad.
La conclusión es que pasar días enteros sentado ante un escritorio o en el sofá puede afectar el cuerpo y la mente. Para evitarlo, los siguientes consejos te ayudarán a reducir el tiempo que pasas sentado durante el día. ¡Tanto su salud física como mental te lo agradecerán!
Esta práctica mantiene estables los niveles de azúcar en la sangre, lo que a su vez ayuda a mantener el equilibrio hormonal, combate la baja energía y el cansancio después de comer, apoya el metabolismo y ayuda a la digestión.
Además, caminar con regularidad puede ayudar a aliviar los síntomas relacionados con afecciones crónicas de salud mental como la ansiedad y la depresión.
¿Sabes realmente cuánto tiempo pasas sentado cada día? Si sólo sales lo esencial y pasas de la mesa del comedor, al escritorio para estudiar o trabajar y luego al sillón para ver televisión, es muy probable que la mayor parte del día estés sentado.
Es muy fácil quedar atrapado en el trabajo o ver tu programa favorito y ni siquiera darte cuenta de que has estado sentado durante horas. Por eso es importante ser consciente del tiempo que pasas sentado para que realices pausas y te levantes, cada hora por ejemplo, para caminar unos minutos o realizar algunos estiramientos.
Es probable que necesites establecer recordatorios en la alarma de tu celular o a través de alguna aplicación para que no se te pase cuando es hora de moverte un poco. Para esto, también resultan útiles los relojes inteligentes y las pulseras deportivas, ya que puedes configurarlos para que te manden una alerta vibratoria cuando has estado inactivo durante demasiado tiempo. Cuando recibas dicha alerta de inactividad, levántate y muévete de 2 a 5 minutos para interrumpir el tiempo de estar sentado.
No es necesario dejar todas las labores de limpieza para el fin de semana. Puedes dedicar algunos minutos al día para hacer algo: barrer un cuarto, trapearlo al día siguiente, doblar y guardar la ropa, lavar el patio, etcétera.
Además de que es una excelente forma para estar en movimiento un rato cada día, el fin de semana agradecerás por el trabajo adelantado y podrás disfrutar de más tiempo libre. Y esto también ayuda a tu mente, pues estar en un espacio limpio puede ayudar a aumentar la energía y despejar tu mente.
Si tu trabajo implica pasar largas horas en una silla frente a un escritorio, considera buscar uno que te permita ajustar su altura y poder usarlo tanto sentado como de pie, o bien, un escritorio alto con una silla alta donde puedas alternar sentarte y pararte, sin dejar de atender tus labores. O si tienes una barra lo suficientemente alta en la cocina,por ejemplo, aprovéchala para estar ahí durante algunos periodos.
Otras alternativas son atender las llamadas de pie, e incluso dar algunos pasos mientras hablas. Si ya estás en la oficina y necesitas hablar con un compañero, levántate y ve hasta su lugar o pídele que salga a un área común a encontrarte, en vez enviar mensajes de texto o correos electrónicos.
En el transporte público, al socializar, escribir un mensaje de texto o hacer una llamada: levántate o sal a caminar en cualquier momento que puedas y no te olvides de hacer pausas cada hora para mover tu cuerpo.
Esto puede ser un desafío al principio, pero una vez que te vuelvas más consciente de la frecuencia con la que te sientas, adquirirás el hábito de pararte y hacer que tu cuerpo se ponga en movimiento. Ten presente que gran parte de tu salud física y mental dependen de ello.