A muchas mujeres embarazadas les angustia saber elegir los alimentos para nutrirse adecuadamente y no ganar más peso del necesario, además de proteger a su bebé y no consumir nada que pueda dañarlo.
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No tienes por qué debatirte entre tu antojo, tus ganas de cuidarte y el temor a que algo pueda hacerte daño; para ello hemos elaborado esta miniguía de alimentación durante el embarazo.
1. En primer lugar, no te saltes ninguna comida. Recuerda que necesitas mantenerte bien alimentada e hidratada todo el día.
2. Procura que, en lugar de dos o tres comidas abundantes, tus porciones sean pequeñas y distribuídas a lo largo del día.
3. Asegúrate de que todas las verduras que comas en las ensaladas estén bien lavadas y desinfectadas.
4. Modera tu consumo de embutidos y carnes rojas. Prefiere siempre el pollo y el pavo al cerdo o a la res.
5. En cuenta a pescados y mariscos, cerciórate de que estén bien cocidos; no es recomendable consumirlos crudos.
6. Si vas a consumir embutidos secos (como salami), caliéntalos hasta que salga vapor.
7. Asegúrate de que los quesos que utilizas son pasteurizados. Evita el brie, el camembert, el queso azul y el panela.
8. Evita los alimentos que contengan huevos crudos (por ejemplo, algunas salsas o el merengue).
9. Si vas a comer comida recalentada o que no fue preparada el mismo día, caliéntala hasta que hierva o salga vapor.
10. Modera tu consumo de cafeína y de bebidas carbonatadas como los refrescos.
Cuidarte es más sencillo de lo que crees. Disfruta de tu embarazo (y de los antojos) con tranquilidad.
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