Si estás embarazada es probable que te preocupen muchas cosas: la economía, cómo harás todo, el tiempo, etcétera. Pero, sin duda, seguramente celebras que el milagro de la vida haya ocurrido en ti y ahora quieres tener todo acomodado a la perfección. Esto pasa especialmente en los últimos meses, cuando ya estás por dar a luz, y se le conoce como nesting (anidar). Literalmente, hace alusión a lo que hacen los pájaros: arreglar el nido y mantener todo listo para los bebés.
No todas las mujeres embarazadas pasan por esto, pero si tú sí, entonces tienes que aprender a equilibrar todo lo que ocurre en tu vida para que no te estreses mucho más por querer todo a la perfección y en orden. Por supuesto que tienes que cuidar del ambiente para que tu bebé llegue de la mejor manera y al entorno más tranquilo. Todo es cuestión de equilibrio y de que aprendas a no estresarte más de la cuenta.
Es probable que si muestras varias señales de esto en tu comportamiento, estés preparada para anidar y tener todo listo para tu bebé. Asimismo, lo importante es que no te exijas de más. Si bien es algo natural, también tienes que tener en cuenta que debes cuidarte mucho más en este tiempo, no cargar cosas pesadas y prestarle mucha atención a las señales que manda tu cuerpo. Cuando te pida descanso, descansa.
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Haz una lista corta. Aunque es normal que quieras hacer un sinfín de cosas y tu instinto te lo pida, es mucho mejor que apuntes todo que crees necesario. Reflexiona bien acerca de ello y cuestiónate si realmente necesitas hacer todas esas cosas de forma inmediata o si pueden esperar.
Tómate 5 minutos. Antes de comenzar con cualquier actividad, lo mejor es que te tomes un par de minutos para organizar bien lo que harás, pensar el cómo y las precauciones que necesitas para cuidar de tu persona y del bebé.
Pide ayuda. Seguramente te darán ganas de cargar mil cosas, mover y acomodar; el problema es que necesitas tener mucho cuidado. Siéntete con toda la libertad de pedir ayuda cuando lo requieras. Que tú quieras hacer todo no está mal, pero también tienes que reconocer las cosas que, por precaución, no puedes hacer.
Tómate un descanso y consiéntete. Después de haber terminado con todos los deberes recompénsate con una salida a algún spa, ve una película, medita, haz un poco de actividad física que sea adecuada para el trimestre en el que te encuentres, etcétera.
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