Estar enfermo nunca es divertido. La combinación de cuerpo cortado, fiebre, escalofríos y congestión nasal es suficiente para arruinar tu día. Si no te agrada la idea de recurrir a un medicamento para aliviar los síntomas más rápidamente, hay muchos remedios caseros y naturales que puedes usar para volver a equilibrar tu sistema. Tan sólo en los últimos dos meses, más de 16 mil lectores de Harmonía han demostrado interés en conocer el remedio al cuerpo cortado, uno de los síntomas más comunes de las infecciones repiratorias.
- Jengibre. Posee enzimas proteolíticas, vitaminas, ácido linoleico y minerales. Unas cuantas rebanadas de esta raíz en agua hervida alivian el malestar de garganta y la tos. Hay estudios que sugieren que el jengibre también puede calmar síntomas como las náuseas (que pueden acompañar a la influenza).
- Miel. Tiene una variedad de propiedades antibacteriales. Tomar un té de limón con miel ayuda a quitar el dolor de garganta. No debes dar miel a un niño menor de 1 año, ya que contiene esporas botulínicas y su sistema inmune aún no es capaz de combatirlas.
- Ajo. Contiene un compuesto llamado alicina, que tiene propiedades antimicrobiales. Añadir un suplemente de ajo a tu dieta puede reducir la severidad de los síntomas gripales. De acuerdo con algunas investigaciones, incluso puede evitar que te enfermes.
- Baño caliente. Meterte a la tina con agua caliente y un poco de bicarbonato de sodio ayuda a aliviar la sensación de cuerpo cortado. Si además agregas unas gotas de aceite de lavanda o naranja, sentirás su efecto calmante.
- Equinácea. Los nativos americanos han usado esta hierba y su raíz para tratar infecciones durante más de 400 años. Sus ingredientes activos incluyen flavonoides, que reducen la inflamación y fortalecen el sistema inmune. Tomarla en un té tres veces al día por 1 semana puede reducir el tiempo que dura la gripe.
- Caldo de pollo. Tal vez no lo cure todo, pero es una gran elección cuando estás enfermo. Disfrutar de un caldo de pollo calientito con verduras puede hacer más lento el movimiento de neutrófilos en tu cuerpo. Los neutrófilos son un tipo de glóbulos blancos que ayudan a proteger al cuerpo de infecciones. Cuando se mueven a menor velocidad, se concentran más tiempo en las zonas de tu sistema que necesitan sanar. Si la sopa es baja en sodio, también contribuye a mantenerte bien hidratado.
- Vitamina C. Agregar el jugo de un limón en un té o preparar limonada (sin azúcar) puede reducir las flemas. Aunque es posible que no limpie del todo tu cuerpo, le echará una mano a tu sistema inmune. En general, la vitamina C alivia las infecciones respiratorias.
- Probióticos. Cuentan con bacterias “amigables” que ya se encuentran en tu cuerpo, así como en algunos alimentos y suplementos. Incluye yogurt probiótico en tu dieta para aumentar tu ingesta de proteínas y calcio, al mismo tiempo que reduces tus posibilidades de enfermarte.
- Agua con sal. Hacer gárgaras de agua caliente con sal limpia las bacterias que se alojan temporalmente en tu tracto respiratorio en forma de mucosa cuando tienes gripe. Hazlo dos veces al día y los síntomas se disolverán en poco tiempo.
- Humidificador. Las bacterias sobreviven y se expanden más fácilmente en ambientes secos. Crear una atmósfera más húmeda puede reducir la inflamación nasal y te puede hacer sentir más cómodo. Si añades un par de gotas de aceite de eucalipto al humidificador, sentirás el efecto expectorante y te será más sencillo respirar. Recuerda que el agua del humidificador debe ser reemplazada diariamente, para evitar la generación de moho.
Si tus síntomas no disminuyen en el transcurso de 1 semana, experimentas taquicardia o te sientes muy bajo de energía, lo más recomendable es consultar a tu médico.