Los problemas de salud que experimentamos físicamente son consecuencia de un desequilibrio en la totalidad de nuestro ser. Esto significa que el desequilibrio detrás de la dolencia que se expresa en el cuerpo puede tener un origen mental, emocional y/o espiritual. También puede ser que el mismo desorden se exprese en diferentes niveles hasta que llega al nivel más sólido: nuestro cuerpo. La digestión está asociada con nuestra capacidad de digerir o procesar la vida, es decir, tanto los acontecimientos de nuestra vida como los pensamientos o creencias que tenemos alrededor de ella, que definen cómo la experimentamos.
Los cristales tienen una vibración particular que a su vez dota a cada uno de propiedades distintas. Al unir su vibración con la de nuestro cuerpo y nuestra intención de sanar podemos contribuir a la resolución de nuestras dolencias físicas. Aunque es recomendable abordar los problemas de salud holísticamente, esto quiere decir que al ver nuestro ser como un todo que incluye nuestros diferentes aspectos, físicos, mentales y emocionales, podemos tratar cada uno de estos niveles. Eso significa atender el problema físicamente con un especialista y en el caso de la alimentación con una buena nutrición, pero también atender aquellas tensiones mentales y emocionales que causan el estrés, que a su vez afecta la digestión. Estos son algunos cristales que pueden ayudarte en este sentido:
1. Crisocola
Es una piedra tranquila que proporciona apoyo estabilizando las relaciones que se han hecho difíciles de llevar. Contribuye en expulsar las energías negativas de todo tipo. Calma, limpia y revitaliza los chakras ayudando a liberar la culpa y a cambiar la programación emocional tóxica, de tal manera que es especialmente efectiva para devolver el equilibrio al proceso digestivo.
2. Fluorita verde
Esta piedra contribuye a lograr la tranquilidad al expulsar las energías negativas. Limpia y revitaliza todos los chakras, ayudando especialmente a liberar la culpa y los patrones emocionales tóxicos, por lo cual también apoya en la sanación de los desequilibrios del tracto digestivo.
3. Ágata de fuego
Esta piedra tiene una fuerte conexión con la tierra, aportando calma y seguridad a quien la usa, permitiéndole solucionar problemas y sentirse apoyado durante los tiempos difíciles. Ayuda a aliviar los deseos ansiosos y las compulsiones. Su capacidad para disipar el miedo y la duda la hace un excelente aliado para sanar los problemas estomacales.
4. Berilo
Esta es una piedra de nuevos comienzos que aporta confianza, compasión, perdón y generosidad, permitiendo que quien la use deje ir aquellos resentimientos que causan bloqueos y rompen el balance del cuerpo y la mente. El berilo favorece la autocuración, equilibra la adrenalina, el colesterol y el hígado.
5. Celestina
Este cristal se recomienda para tratar los desequilibrios intestinales, ya que fomenta la purificación. Psicológicamente la celestina proporciona una gran paz interior, enseñando confianza y logrando aliviar las emociones fogosas. Ayuda a eliminar toxinas y callar las preocupaciones obsesivas, contribuyendo al orden celular.
Con información de La biblia de los cristales, de Judy Hall