El ser humano es un todo conformado por cuerpo, mente, emociones y espíritu, y esos elementos están conectados entre sí, se afectan mutuamente y dependen unos de otros. Por eso, el bienestar integral se trata de fomentar y equilibrar esos cuatro aspectos. 

 

Esto cobra una mayor relevancia en la medicina tradicional china, donde las emociones y la salud física están íntimamente conectadas, en un enfoque integrador mente-cuerpo en el que las emociones impactan la salud del cuerpo y viceversa.

 

Por ejemplo, se considera que la irritabilidad y la ira excesivas pueden afectar el hígado y provocar múltiples dolencias que incluyen dolor menstrual, dolor de cabeza, enrojecimiento de la cara y los ojos, mareos y sequedad de boca. Por otro lado, el desequilibrio en el hígado puede resultar en estados de ánimo tormentosos.

 

Debido a esto, los diagnósticos en la medicina tradicional china suelen ser personalizados e individuales, pues las emociones de cada persona y la intensidad con que las siente y manifiesta son diferentes. 

 

Así, una vez que se identifica un sistema de órganos deteriorado y/o un desequilibrio emocional, los síntomas únicos del paciente determinan el enfoque de tratamiento que dará el médico. 

 

Los tratamientos a los que suele recurrir este tipo de medicina tradicional incluyen acupuntura, medicamentos a base de hierbas, moxibustión (terapia de calor), ventosas (procedimiento de succión), masaje tui na (masaje terapéutico y trabajo corporal) y nutrición.

 

Además de las emociones, la filosofía de este tipo de medicina considera que otros elementos, como la dieta, el medioambiente, el estilo de vida y los factores hereditarios, también contribuyen al desarrollo de desequilibrios y la capacidad del cuerpo para curarse a sí mismo.

 

Relación entre órganos y emociones

Según la medicina tradicional china, las emociones se reducen a cinco sentimientos básicos que están asociados cada uno con un elemento y órgano correspondiente en el cuerpo:

• Ira: hígado.
• Miedo: riñón.
• Alegría: corazón.
• Tristeza y dolor: pulmón.
• Preocupación: bazo.

 

Comprender la interacción de cada uno de los cinco pares de órganos y emociones es clave para desbloquear el potencial curativo de la medicina tradicional china, ya que el desequilibrio entre ellos contribuye a los problemas básicos de salud mental y física.

Hígado

La digestión y el procesamiento de nutrientes son funciones primarias de este órgano vital. La función hepática participa en el flujo de energía y sangre por todo el cuerpo; regula la secreción de bilis y almacena sangre; está conectado con los tendones, uñas y ojos.

 

El hígado está asociado con emociones como ira, resentimiento, frustración, irritabilidad, amargura, depresión y la sensación de "perder el control".

 

Síntomas de desequilibrio hepático: distensión mamaria, dolor menstrual, dolor de cabeza, tendinitis, irritabilidad, ira inapropiada, mareos, ojos secos, enrojecidos y otras afecciones oculares.

 

Riñones

Los riñones eliminan los desechos y el exceso de líquido mediante la orina. Son órganos clave para mantener la vida; están relacionados con procesos como reproducción, crecimiento, desarrollo y maduración; están también involucrados con los pulmones en el metabolismo del agua y la respiración y se vinculan con huesos, dientes, orejas y cabello.

 

El riñón está relacionado con emociones como el miedo, que puede manifestarse como miedo crónico o ansiedad cuando el qi está desequilibrado. También tiene que ver con el temor, una débil fuerza de voluntad, inseguridad y con ser distante y aislado.

 

Síntomas de desequilibrio renal: micción frecuente, incontinencia urinaria, sudores nocturnos, boca seca, mala memoria a corto plazo, dolor lumbar, zumbido en los oídos, pérdida de audición y otras afecciones del oído, canas prematuras, pérdida de cabello y osteoporosis.

 

Corazón

El corazón bombea sangre por todo el cuerpo y se encarga de llevar el oxígeno y los nutrientes a las células. La función cardiaca regula la circulación sanguínea y los vasos sanguíneos; es responsable del pulso uniforme y regular e influye en la vitalidad y el espíritu; está conectado con la lengua, el cutis y las arterias.

 

Este órgano está relacionado con la alegría, cuyo desequilibrio se expresa como un exceso de ella (agitación o inquietud) o un déficit (depresión). El corazón también tiene que ver con falta de entusiasmo y vitalidad, inquietud mental, depresión, insomnio y desesperación.

 

Síntomas de desequilibrio cardiaco: insomnio, palpitaciones, latidos irregulares, sueños excesivos, mala memoria a largo plazo y trastornos psicológicos.

 

Pulmones

Los pulmones llevan oxígeno al cuerpo y eliminan el dióxido de carbono. Como parte de la función pulmonar, la respiración aporta energía del aire y ayuda a distribuirla por todo el cuerpo; los pulmones trabajan con los riñones para regular el metabolismo del agua; son importantes en el sistema inmunológico y para la resistencia a virus y bacterias; regulan las glándulas sudoríparas y el vello corporal y aportan hidratación a la piel.

 

El pulmón está conectado con el dolor y las emociones de tristeza y desapego.

 

Síntomas de desequilibrio pulmonar: dificultad para respirar y respiración superficial, sudoración, fatiga, tos, resfriado y gripe frecuentes, alergias, asma y otras afecciones de las vías respiratorias, piel seca, depresión y llanto excesivo.

 

Bazo

El bazo juega un papel importante en el sistema inmunológico del cuerpo y actúa como un filtro de sangre al eliminar las células sanguíneas viejas, las bacterias y las impurezas del cuerpo. 

 

Entre sus funciones están la digestión de alimentos y la absorción de nutrientes; es importante para la formación y el mantenimiento de la sangre en los vasos sanguíneos; está conectado con los músculos, la boca y los labios; también participa en el pensamiento, el estudio y la memoria.

 

El bazo está vinculado al trabajo mental excesivo, como los pensamientos recurrentes (rumiación), preocupación o concentrarse demasiado en un tema en particular.

 

Síntomas de desequilibrio del bazo: cansancio, pérdida de apetito, secreción de moco, mala digestión, distensión abdominal, heces blandas, diarrea, músculos débiles, labios pálidos, hematomas, flujo sanguíneo menstrual excesivo y otros trastornos hemorrágicos.

 

La sabiduría de la medicina tradicional china refuerza el vínculo poderoso (y en muchos sentidos, todavía misterioso) entre la mente y el cuerpo en el proceso de enfermedad y curación.

 

Sin embargo, aunque es una tradición milenaria que empíricamente ha demostrado ser eficaz, los síntomas de muchos síndromes descritos por la medicina tradicional china pueden estar relacionados con una serie de afecciones de salud graves, por lo que además de recurrir a terapias alternativas y a técnicas que ayuden con el equilibrio de las emociones, también es importante consultar al médico convencional para una evaluación. 

 

Así, las técnicas de medicina tradicional china y el manejo de emociones pueden ser un complemento efectivo para los tratamientos médicos convencionales, con el fin de acelerar la recuperación y aumentar la efectividad de los tratamientos.

 

La medicina tradicional china puede ser un componente productivo de un enfoque de salud integral para el bienestar físico y mental.

 

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