De acuerdo con estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 60 por ciento de las enfermedades infecciosas humanas son de origen zoonótico, es decir, se han originado en los animales y éstos las han transmitido al ser humano, por lo que es importante prevenir y evitar esos saltos de virus entre especies.
La OMS destaca que, entre dichas enfermedades de origen zoonótico, existen más de 200 tipos que son transmitidas por los animales vertebrados a las personas, por lo que los especialistas advierten que esto aumenta el riesgo de que surjan nuevas pandemias en el futuro.
Entre las enfermedades que comienzan como una zoonosis, pero luego mutan en cepas exclusivas que se propagan entre humanos se encuentra el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH); mientras que otras pueden causar brotes de enfermedades recurrentes, como el Ébola y la salmonelosis; y otras más, como la Covid-19, tienen el potencial de causar pandemias globales.
Al respecto, Mike Ryan, director de Emergencias de la OMS, comentó que la viruela del mono es causada por un virus que se transmite al ser humano a través de animales infectados, generalmente roedores, con lo que esta enfermedad, que afecta ya a más de 5,300 personas en el mundo, es un modelo de la multiplicación de las zoonosis.
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Marcos Espinal, jefe del Departamento de Enfermedades Transmisibles y Determinantes Ambientales de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) explicó que "hay muchas pandemias donde se ha verificado que su origen son animales silvestres; murciélagos, la rabia humana transmitida por perros desde tiempos inmemoriales".
Por este motivo, expertos internacionales advierten sobre la necesidad de prevenir el contagio de patógenos de animales a humanos para evitar pandemias; y debido a esto, los científicos ya trabajan para identificar los riesgos de aparición de las pandemias por la deforestación, el comercio de vida silvestre y la cría de animales, entre otros.
De acuerdo con Espinal, la deforestación propicia la migración de animales, lo que los conduce a lugares distintos de sus hábitats, mientras que en los mercados de especies silvestres se facilita el consumo de distintos ejemplares que no son típicamente para el consumo humano, lo cual también constituye un riesgo para las zoonosis.
Si la relación de la humanidad con el planeta no cambia, las posibilidades de nuevas pandemias de origen zoonótico son muy elevadas. Para prevenirlas, debe existir una coordinación internacional para reducir y evitar las condiciones que fomentan la aparición de estos patógenos zoonóticos.
Dichas condiciones son la desaparición de áreas naturales, la pérdida de la biodiversidad, el uso no regulado de fauna silvestre, el cambio climático y un modelo económico y social que mantiene el uso ilegal de áreas naturales. Es decir, es urgente empezar a respetar al planeta, la naturaleza, el medioambiente y los animales, pues su destrucción derivará también en la destrucción de la humanidad.
En este sentido, la pandemia de covid-19 y los brotes de viruela del mono nos brindan una oportunidad para repensar un modelo de coexistencia con el planeta, que no sólo sea benéfico para la modernidad de la vida humana sino para mantener el equilibrio, lo que a la larga se traducirá en una mejor salud y mayor calidad de vida para el ser humano y todas las especies que cohabitan en el mundo.