Casi todo el mundo ha tenido hipo y aunque generalmente desaparece por sí solo en unos pocos minutos, puede ser molesto cuando interfiere con la comida o con tus conversaciones.
La sabiduría popular ha ideado una lista interminable de trucos para deshacerse de él, desde respirar en una bolsa de papel o comer una cucharada de azúcar, hasta darle un susto a quien lo padece. Pero, ¿qué remedios funcionan realmente?
No hay muchos estudios que evalúen la efectividad de los remedios para el hipo. Sin embargo, muchos de éstos están respaldados por siglos de evidencia anecdótica. Además, algunos de los remedios más populares estimulan los nervios vago o frénico, que están conectados al diafragma.
Para empezar, es importante saber qué ocasiona el hipo. Éste aparece cuando el diafragma comienza a tener espasmos involuntariamente. El diafragma es un músculo grande que te ayuda a inhalar y exhalar. Cuando tiene espasmos, inhalas de repente y las cuerdas vocales se cierran, lo que provoca un sonido distintivo.
En la mayoría de los casos, el hipo aparece y desaparecen rápidamente. Algunas razones por las cuales surge el hipo son:
Estos consejos están pensados para episodios breves. Si tienes hipo crónico que dura más de 48 horas habla con tu médico, pues puede ser un síntoma de una afección que requiere tratamiento.
A veces, un simple cambio en tu respiración o postura puede relajar tu diafragma.
Practica la respiración mesurada. Altera tu sistema respiratorio con una respiración lenta y mesurada. Inhala en una cuenta hasta cinco y exhala en una cuenta hasta 10.
Aguanta la respiración. Inhala una gran bocanada de aire y manténla durante unos 10 segundos, luego exhala lentamente. Repite según sea necesario.
Respira en una bolsa de papel. Coloca una bolsa de papel sobre tu boca y nariz. Inhala y exhala lentamente, desinfla e infla la bolsa. Ojo: nunca uses una bolsa de plástico.
Abraza tus rodillas. Siéntate en un lugar cómodo. Lleva las rodillas al pecho y manténlas ahí durante 2 minutos.
Comprime tu pecho. Inclínate hacia adelante para comprimir tu pecho, esto ayudará a ejercer presión sobre tu diafragma.
Utiliza la maniobra de Valsalva. Para hacer esta maniobra intenta exhalar mientras te pellizcas la nariz y mantienes la boca cerrada.
Comer ciertas cosas o cambiar la forma en que bebes también puede ayudar a estimular los nervios vago o frénico.
Bebe agua helada. Beber agua fría lentamente puede ayudar a estimular el nervio vago.
Bebe del lado opuesto del vaso. Inclina el vaso debajo de tu barbilla para beber del otro lado.
Bebe agua con un paño o una toalla de papel. Cubre un vaso de agua fría con un paño o toalla de papel y bebe a sorbos.
Haz gárgaras. Haz gárgaras con agua helada durante 30 segundos. Repite según sea necesario.
Come una cucharada de miel o crema de cacahuate. Deja que se disuelva un poco en tu boca antes de tragar.
Con información de Healthline
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