Más de 1 millón de corredores están de acuerdo en que las redes sociales tienen una gran importancia en su vida, particularmente para compartir con sus seguidores la pasión que tienen por el deporte. Esto lo reveló un estudio sobre ejercicio diario que siguió a este número de entusiastas durante 5 años.
Este estudio demostró que los hábitos deportivos se contagian en las redes sociales. Entre lo que se aprecia en los resultados está que los corredores menos activos influyen sobre los más activos pero no al revés, y tanto las mujeres como los hombres motivan a los hombres, pero sólo las mujeres motivan a otras mujeres.
Sinan Aral y Christos Nicolaides, de la Escuela Sloan de Administración de Empresas del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), utilizaron los hábitos deportivos como un enfoque práctico y de alta precisión para investigar el fenómeno del contagio en redes sociales al seguir a 1.1 millones de corredores que, en conjunto, sumaron 350 millones de kilómetros en 5 años. También siguieron sus conexiones en las redes sociales, que suman 3.4 millones de vínculos.
Hacer un estudio así no es cosa fácil, porque todo puede parecer un contagio social. Las personas suelen elegir amigos muy similares a ellas, es una tendencia en las redes sociales. Si dos amigos de Facebook salen a correr diario, ¿es que uno le contagió el hábito al otro, o ya tenían previamente esa práctica?
Así que para poder evadir este y otros problemas con los que se encontraron durante el estudio, Aral y Nicolaides usaron un innovador diseño experimental para observar lo que las personas realmente hacen, y no lo que dicen hacer. Esto a través de los datos precisos de sus dispositivos weareables, accesorios que cada vez más corredores utilizan para registrar su distancia, velocidad y parámetros fisiólogicos.
Los científicos del MIT encontraron que hacer ejercicio es socialmente contagioso y descifraron un comportamiento que puede explicar las correlaciones de obesidad y felicidad halladas en trabajos anteriores; "los resultados indican que unas estrategias de intervención social que tengan en cuenta los efectos de contagio entre amigos podrán propagar el cambio de comportamientos en las redes sociales", comentaron los especialistas.
Las dos asimetrías demostradas en la investigación (los corredores menos activos influyen sobre los más activos, pero no al revés; y tanto las mujeres como los hombres contagian a los hombres, pero sólo las mujeres contagian a otras mujeres) también tienen importancia para el diseño de políticas que estimulen los hábitos saludables.
Aral y Nicolaides dicen que los diferentes subsegmentos de la población reaccionan de manera distinta a la influencia social; esto indica que unas políticas hechas a medida para diferentes tipos de personas en diferentes subpoblaciones pueden ser más efectivas que otras políticas dirigidas al promedio de la gente, así que las redes sociales pueden hacer de este un mundo mejor, más sano y feliz.
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