Salir de la cama por la mañana suele ser una batalla entre tus ganas de quedarte calientito bajo las cobijas y levantarte para cumplir con tu rutina diaria de ejercicio, ya sea en la casa, el gimnasio o al aire libre.
Hacer ejercicio por la mañana no es tarea fácil. Significa que tienes menos tiempo para dormir, pero está comprobado por la ciencia que podría ser el mejor horario para ejercitarte. Desde dormir mejor hasta obtener resultados más rápido, un entrenamiento matutino puede cambiar completamente tu día.
Estos beneficios del ejercicio matutino te harán querer poner la alarma 1 hora antes, y puede que te conviertas en una persona madrugadora.
Aunque es posible que pienses que quemar calorías muy temprano te dará aún más razones para volverte loco con las donas de la oficina, un estudio reciente de la Universidad Brigham Young encontró que los que hacen ejercicio por la mañana no consumen más calorías durante el día que los que no lo hacen.
Los investigadores hallaron que los que hacían ejercicio por la mañana encontraban las imágenes sabrosas de los alimentos menos atractivas que los que no lo hacían, y que hacer ejercicio por la mañana evitaba consumir calorías innecesarias a lo largo del día.
Según la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos, cuando duermes por la noche, tu presión arterial baja naturalmente entre un 10% y un 20%. Esa reducción es buena para tu corazón, y puede ser una manera de que tu cuerpo se restaure a sí mismo cuando duermas.
Una sesión de transpiración a primera hora de la mañana puede proporcionar la reducción ideal de la presión arterial, así como maximizar el sueño profundo, en comparación con los ejercicios del mediodía o de la noche.
Debido a que un entrenamiento riguroso aumenta la temperatura corporal y la frecuencia cardiaca, hacer ejercicio por la noche puede hacer que sea más difícil relajarse y quedarse dormido. Hacer ejercicio por la mañana te permite descansar bien por la noche.
En diversos estudios se ha encontrado que las personas que hacen ejercicio en la mañana son más activas durante todo el día. Moverse en la mañana puede ayudar a prevenir la lentitud.
Cuando haces ejercicio a primera hora de la mañana, tu estómago está más vacío que si lo hicieras a otras horas del día. La investigación muestra que cuando haces ejercicio con el estómago vacío, tu cuerpo se ve obligado a sumergirse en los depósitos de grasa para obtener la energía que necesita, lo cual te ayuda a bajar de peso y talla.
Esto no quiere decir que no debas comer nada antes de tu entrenamiento matutino si tienes hambre. Si necesitas comer, los expertos sugieren un plátano con mantequilla de cacahuate, fruta seca, o un huevo duro con pan tostado.
Todo el mundo sabe que el ejercicio libera endorfinas que mejoran tu estado de ánimo y patean el trasero del estrés. Así que hacer ejercicio a primera hora de la mañana puede ponerte en un mejor estado mental para empezar el día. Una sesión de sudor matutino puede despejar tu mente y prepararte para el éxito a lo largo de la jornada.
No es ningún secreto que hacer ejercicio puede parecer una gran tarea, especialmente cuando planeas hacerlo después del trabajo y tienes todo el día para pensarlo (y temerlo). Al hacerlo a primera hora de la mañana, estás libre por el resto del día y no tendrás un bloqueo mental ni se te ocurrirán excusas para no hacerlo, especialmente después de esa estresante reunión de trabajo a las 2 de la tarde.
A primera hora de la mañana, los niveles de testosterona están en su nivel más alto diario, lo que puede llevar a que tu entrenamiento dé un impulso extra a tu metabolismo y crecimiento muscular. Según el Instituto Nacional de Fitness, cuanta más testosterona haya en el cuerpo durante el ejercicio, más eficiente será el cuerpo en la producción de músculos. Aprovechar este impulso matutino de testosterona puede ayudar a construir músculo de manera más eficiente.
Con información de The Every Girl