Tal vez tu papel como padre o madre ha convertido la actividad física en una prioridad muy baja en tu lista. Aun así, es probable que las estadísticas de obesidad infantil te hagan temer que tus hijos caigan en la trampa de la inactividad. No debes preocuparte, pues la solución está justo afuera de tu puerta. Correr es una excelente forma de ejercitarte en familia, que además brinda a los más pequeños mayor confianza en sí mismos y construye su ética de trabajo.

No tiene que ser un maratón completo (42 kilómetros), pueden empezar con alguna carrera de 5 kilómetros. Aquí algunas razones para hacerlo:

• Compites contra ti mismo. Ya sea que camines, corras o trotes, tu oponente principal en el running es esa persona que ves en el espejo todos los días. Tu objetivo es mejorar tu récord personal y tus niños pueden hacer lo mismo.

• Inscribirte en una carrera te mantiene motivadoº. El deseo arbitrario de mantenerte en forma por sí solo no es suficiente para que seas constante en tu entrenamiento. En cambio, tener una fecha específica con un gran “5k” en letras rojas te dará el empuje que necesitas para llegar a la meta.

• Los corredores se apoyan unos a otros. Es raro encontrar un deporte donde los competidores se animen entre sí; correr es la excepción. La mayoría de las personas que lo practican demuestran un gran nivel de deportividad. Esta cortesía se extiende aún más a los runners más jóvenes.

• Correr es bueno para la mente y el cuerpo. Es una buena forma de perder peso y mejorar tu forma física. También beneficia tu salud mental, pues potencia la liberación de endorfinas y, en consecuencia, reduce el estrés y la ansiedad. En niños y jóvenes es ideal para desconectarse.

• El costo es mínimo. Correr es uno de los pocos deportes donde ya tienes todo el equipo necesario, incluso si nunca has participado. Basta con unos shorts, una camiseta y un par de tenis cómodos.

• Te enseña habilidades para la vida. El running no es el deporte más glamuroso, pero aprendes a tener paciencia, a ser persistente, a superar obstáculos y a valorar tus logros sin compararte con otros constantemente. Para los niños es un buen aprendizaje, ya que la gratificación no es inmediata, sino que tendrán que esforzarse.

• Tus hijos necesitan verte batallar. Ellos necesitan saber que los adultos no son perfectos. También que, algunas veces, por más que hagas el mejor esfuerzo puedes fracasar, y que eso está bien. Correr te humaniza y te hace vulnerable.

Con información de Fatherly