Sabemos que una de las situaciones más complejas que te podrían tocar en el trabajo o la oficina es el momento en el que debes enfrentar a tu jefe para… pedirle un aumento de sueldo o un ascenso. Si de por sí a veces llega a ser un poco difícil la manera en que nos desenvolvemos con nuestros superiores y autoridades, lo puede ser aún más cuando estamos haciendo una petición que no a todos les cae muy bien pero que definitivamente es un derecho por el cual podemos luchar, siempre y cuando hagamos un examen de conciencia y sepamos que lo hemos ganado con nuestro esfuerzo y buen desempeño (y las políticas de la empresa lo consideren). Si ya te ubicaste en esta situación y estás por tocar la puerta del boss, aquí te damos unos consejos para que no te traicione el nervio y puedas lograr lo que te propones.
1) Visualízate obteniendo el aumento. Es importante que tengas mucha confianza en que puedes lograrlo, y eso sólo se alcanza teniendo claras tus capacidades y habilidades, y conociendo lo que tus superiores esperan de ti. Teniendo esto, mantén una actitud positiva y optimista justo antes y durante la reunión con tu jefe. De esta manera ese convencimiento podrá transmitirse por tu manera de actuar y de reflejar lo que piensas y es posible que eso se transmita a los demás, dejándoles ver que eres una persona segura de sí misma y con sus decisiones claras.
2) Identifica tu posición actual en la empresa. Haz un análisis del tiempo que llevas trabajando, tus aciertos, logros, propuestas que se hayan tomado en cuenta, la relación con tus compañeros y demás personal, y con base en todos estos aspectos construye una imagen mental de ti buscando ascender de puesto o de sueldo. Reconoce también aquellas veces en las que hayas fallado, identifica tus debilidades y los puntos flojos que puedas mejorar, pues esto definitivamente lo tendrá claro tu jefe al momento de tomar la decisión, así que adelántate y planea de qué manera proponer soluciones de tu parte, y comprométete a ellas.
3) Enfrenta con determinación. Al momento de la junta, usa un lenguaje claro y determinado. No te permitas titubeos, pero también coteja la posibilidad de tener un plan B si las cosas no van por el rumbo esperado y que no te tome por sorpresa esa situación. Sé positivo y proactivo, es decir, ante cualquier contrapropuesta del jefe busca un punto medio que a todos les convenga, de forma amable y sin desesperación o agresividad. Esto implicaría ceder un poco dependiendo los ofrecimientos que recibas, y por eso deberás considerar un margen de movimiento con el que te sientas convencido. Y para terminar, nunca pidas menos de lo que necesitas, será mejor tener expectativas altas y a partir de ahí irse adaptando hasta llegar a la zona media donde tanto tú como la empresa se vean beneficiados.
Pedir un aumento o un ascenso dependerá de nuestras capacidades, compromiso y buen desempeño laboral. Si ya tenemos estos tres factores decisivos, es muy importante tener la confianza y determinación para hacerlo. Lo peor que podría pasar es tener un "no" como respuesta pero, si no lo intentamos, no sabremos si en algún momento existió la posibilidad y la dejamos pasar (aquí un enlace para ver si sabes identificar las oportunidades en la vida). Así que no dejes que la inseguridad te traicione. Si confías en tu potencial, ya sólo faltará dar este paso a mejores escenarios posibles.