A veces surgen gastos imprevistos o etapas en las que la economía personal o familiar no es la mejor, así que puede llegar a ser necesario deshacerte de algunas de tus pertenencias para venderlas y obtener algo de dinero.
Si no quieres vender tus cosas, en México existe una opción muy popular para obtener dinero a cambio de tus bienes: las casas de empeño, en las que se te otorga cierta cantidad a modo de préstamos, la cual depende del valor del o los objetos que lleves.
La ventaja del empeño es que puedes obtener el dinero rápidamente y su suso no influye en tu historial crediticio. Además, cuando cubras el total del préstamo recibido más los intereses que se hayan acumulado, puedes llevarte tus cosas de regreso contigo.
Ante estas dos opciones, surge la duda: ¿qué te conviene más: vender o empeñar tus bienes?
Al empeñar un objeto, éste se convierte en la garantía por el préstamo que recibirás, es decir, es la forma de asegurarle a la casa de empeño que le vas a pagar, pues de lo contrario, una vez transcurrido el plazo que tienes para pagar, la casa de empeño se quedará con tus bienes y los pondrá a la venta para recuperar su dinero.
El trámite para realizar un empeño es muy sencillo, ya que sólo debes ser mayor de edad y lo único que necesitas para hacerlo es presentar una identificación oficial.
En la casa de empeño, el objeto que entregues será valuado (se te cobrará una comisión por el avalúo) y te dirán la cantidad de dinero que pueden ofrecerte por él. Bienes como joyas y accesorios de oro o relojes de marcas reconocidas son de los mejor valorados, pues su valor puede mantenerse a través del tiempo; mientras que los dispositivos electrónicos de todo tipo suelen valer menos, ya que se devalúan más rápido.
Por otro lado, debes considerar que el negocio de las casas de empeño está en cobrar intereses, los cuales, según las reglas del establecimiento, pueden calcularse por día o por mes. Incluso algunos lugares cobran cuotas por resguardo de tus bienes, además del IVA. Por lo tanto, en muchas ocasiones puedes terminar por pagar considerablemente más de lo que te prestaron, sobre todo si te tardas en pagar.
Es muy importante que leas bien el contrato para que sepas cuál es tu fecha límite de pago, a cuánto ascienden los intereses y si hay opciones de hacer refrendos (pagar una cantidad para ampliar el plazo de pago y así no perder tus bienes) y cuántos puedes hacer antes de que la casa de empeño se quede con tus cosas.
Para decidir lo que es mejor para ti, lo más importante que debes considerar es si quieres conservar tus cosas o no. Si no te importa despedirte de tus bienes quizá te convenga más vender, pues puedes ofrecerlos a través de redes sociales o entre tus conocidos y así tienes la posibilidad de obtener un poco más de dinero que si empeñas, sobre todo si las cosas están en buen estado y sabes negociar con tus clientes.
Pero si tus objetos tienen un valor sentimental o por alguna razón te cuesta trabajo deshacerte de ellos pero necesitas el dinero con urgencia, la mejor alternativa es empeñar.
Toma en cuenta que la cantidad de dinero que vas a recibir depende del tipo de objeto del que se trate, del estado en que se encuentre y del tiempo que tenga de haber salido al mercado (sobre todo en electrónicos).
Así que analiza si el dinero que te ofrecen es suficiente para arriesgarte a perder tus bienes, y también sé realista al considerar si está en tus posibilidades cubrir el monto final que deberás pagar por el préstamo en el plazo establecido. De lo contrario tendrías que recurrir a los refrendos, lo cual haría que tu pago sea aún mayor que el dinero que recibiste, y si de todos modos no cubres el total, la casa de empeño ya no te devolverá tus cosas.
Aunque muchas personas recurren a él y lo consideran conveniente, el empeño es considerado por expertos como la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) como el último recurso, sólo para casos de emergencia.
Al final, para muchas personas el empeño tiene más desventajas que ventajas, pues no siempre es fácil reunir a tiempo el dinero que debes pagar, sobre todo si acabas de pasar por un gasto importante o una emergencia económica.
Si bien las casas de empeño no deberían ser tu primera opción ante una necesidad económica, es una realidad que pueden ser de ayuda durante una emergencia en la que necesites el dinero con urgencia.
La clave está en elegir la mejor opción y en analizar de forma objetiva si tienes la capacidad para pagar en tiempo y forma, para que no acabes por perder más de lo que obtuviste. En caso contrario, la mejor alternativa es vender y también buscar las mejores ofertas de los compradores.