Cada que te preparas un té, es probable que sientas que esa bolsita puede servir para algo más, porque algo tan bello (tienen su encanto) no puede irse a la basura después de estar un par de minutos en tu taza de agua caliente; y si eres amante del té, sabrás que es un desperdicio considerable. La buena noticia es que no necesitas arrojarla al bote de basura después de usarla, pues hay muchas maneras de darle una segunda oportunidad.
Puede que las bolsas de té no parezcan una amenaza importante para el medioambiente en comparación con otros elementos, pero sí causan daños. Según un reporte de la BBC, la mayoría de las bolsas de té están hechas de al menos un 25% de plástico, lo que no les permite descomponerse por completo. Debido a eso, sólo se suman al plástico que termina en los basureros y el océano cada año.
Ahora que lo sabes, vas a querer darle otro uso a esas bolsitas de té y de paso ayudar al equilibrio ecológico con una o varias de las siguientes recomendaciones.
Cuando compras bolsitas de té biodegradables (fíjate bien en los empaques al comprar) puedes hacer composta, pues son un excelente alimento para las plantas. Espolvorear hojas de té usadas alrededor de la base de las plantas (plantas que les guste la acidez) y después mezclarlas con la tierra puede ayudarlas a crecer.
Después de llenar la tina de baño con agua tibia, mezcla un par de bolsitas de té para disfrutar de un baño relajante y con un delicioso aroma. ¿Dos grandes opciones para comenzar? Té de manzanilla y jengibre.
Tus bolsitas de té usadas pueden brindarte un día de spa en la comodidad de tu hogar. Después de que se enfríen, colócalas en los párpados cerrados para ayudar a reducir la inflamación, particularmente el té verde o la manzanilla, que siempre funcionan muy bien para desinflamar.
Es probable que tengas una caja de bicarbonato en tu refrigerador para ayudar a eliminar los olores, pero las bolsas de té usadas podrían ser una mejor opción. Después de secarlas, puedes ponerlas en la parte trasera del refrigerador donde ayudarán a absorber todo lo que huele mal. También puedes usar la misma táctica con tus zapatos (particularmente los del gimnasio): coloca una bolsa de té usada y seca dentro de cada zapato después de usarlo.
Frotar la bolsa de té todavía húmeda sobre superficies de vidrio, como espejos y ventanas, ayudará a eliminar la suciedad, la mugre y las huellas dactilares.
Reutiliza las bolsitas de té para crear galletas, sopas, risotto, pasta y mucho más con infusión de té. Con todos los diferentes sabores disponibles, las posibilidades son infinitas.
Con información de Well + Good