Según la psicología del color, los distintos tonos evocan emociones y sensaciones, y cuentan con el simbolismo que cada cultura les ha otorgado. Así, por ejemplo, el blanco y el azul celeste se relacionan con la paz y la tranquilidad; el rojo representa la pasión, el amor o el peligro, y el negro suele ser símbolo de elegancia pero también de luto.
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A la hora de pintar tu casa y sus distintas habitaciones, puedes hacer uso de la psicología del color para darle a cada espacio el tono ambiental que deseas. La siguiente guía te puede ayudar a decidir qué color usar en cada habitación.
Pero antes de elegir los tonos, recuerda que es mejor pintar con colores claros las paredes de los espacios pequeños y reservar los oscuros para los más amplios. Esto se debe a que los claros aportan luminosidad y generan una sensación de mayor amplitud, mientras que con los oscuros ocurre lo contrario y dan la sensación visual de menores dimensiones.
Con relación a los techos, sucede algo similar. Si son bajos, es aconsejable pintarlos de blanco o tonalidades muy suaves, pues un color oscuro lo hará sentir agobiante. En cambio, si se encuentra a 2.5 metros de altura o más, sí puedes experimentar con tonalidades oscuras.
Este tono ayuda a incrementar la confianza para expresarse durante las conversaciones y también da una sensación de jovialidad, alegría y celebración. Puedes usarlo en la sala, el comedor, la cocina o el estudio, al pintar una pared de este tono y combinar con un color claro y neutro, o bien al agregar elementos decorativos como cojines, tapetes o macetas.
Los derivados del anaranjado, como el tono durazno y el salmón, son recomendables para usar en la habitación de una pareja, pues generan la sensación de fraternidad y unidad, además de que están vinculados al trabajo en equipo.
Fomenta la eficiencia y despeja la mente, lo cual te ayuda a concentrarte, ser más productivo y descubrir qué es lo más importante en tu vida. Además, favorece la toma de decisiones. En casa puedes usarlo en el lugar el que sueles utilizar para trabajar o estudiar, y también puedes agregar toques de azul en tu recámara.
Ya que es un tono oscuro, evita pintar toda la habitación y déjalo para una sola pared o para detalles en la decoración, como tapetes, parte del mobiliario, cojines, lámparas o la ropa de cama en el caso de la recámara.
Este color se asocia con la naturaleza y la riqueza, y simboliza los nuevos inicios y el crecimiento. Te animará a honrar tus talentos únicos y manifestarlos en el mundo material.
Es ideal para cualquier habitación, pues además de aportar frescura en sus tonos más vivos (como el pistache o el verde lima), también puede dar una gran tranquilidad y estabilidad si se utiliza en tonos más suaves y secos. Queda muy bien si lo combinas con blanco.
Este color te ayuda a conectar con tu lado espiritual y alienta una nueva perspectiva en temas emocionales. Además, genera tranquilidad y favorece la creatividad, por lo que puedes usarlo en el lugar donde estudias o trabajas y en la recámara de niños y adolescentes.
La sala es otro buen espacio para los tonos morados, sobre todo si es un espacio que relacionas con la relajación y el descanso; y si cuentas con un espacio para meditar o hacer yoga, también puedes utilizarlo ahí.
Da un sentido de paz, disuelve la tensión, promueve la tranquilidad y la armonía en las relaciones. Es ideal para usarlo en las recámaras de cualquier miembro de la familia, ya sea en las paredes o en elementos de la decoración como tapetes, cojines, ropa de cama, cortinas, muebles o lámparas. También se recomienda para el estudio, la oficina en casa y el baño.
Es un tono estimulante y fortificante, que promueve el coraje y la audacia. Usa este color cuando quieras aumentar la confianza en ti mismo, pero no te excedas, porque puede hacer que te sientas demasiado excitado o agitado. Utilízalo sólo para ciertos detalles y evita que esté presente en la recámara, porque podría interferir con tu descanso. Puedes usarlo en la cocina, el comedor y la sala.
Este color es conocido por mejorar la inteligencia y la agilidad mental. Puede ayudar a estimular la conversación y aclarar los pensamientos. Es adecuado para pintar o decorar la sala, el comedor, la cocina y el estudio.
Ya que es un color muy vibrante y llamativo, procura utilizarlo en sus tonos pastel y suaves, o bien, colocarlo sólo en detalles o combinar una pared amarilla con las demás de un tono neutro y claro, o blanco.
Suave y calmante, el rosa es el color del amor y abre el corazón. Promueve la ternura y es un consuelo en tiempos de transición emocional. Úsalo en una habitación cuando quieras aumentar la receptividad y la comprensión. Es una buena opción para utilizar en las recámaras de los pequeños, ya que ayuda a tranquilizarlos, o de parejas que busquen despertar su lado más romántico y dulce.
Es un tono que inspira confianza y ayuda a la relajación. Agrégalo en elementos decorativos en tu recámara y combínalo con blanco si tienes dificultades para dormir, soñar o meditar. También puedes usarlo en el baño, y si tienes un espacio especial para meditar o practicar yoga, es una gran alternativa.
Con información de House Beautiful