Si hay un lugar al que deseas llegar al final del día, ese es tu recámara, tu espacio privado y personal, el lugar en el que puedes relajarte, sentirte tranquilo, cómodo, seguro, y donde puedes disfrutar de la soledad.
Además, ya que pasas alrededor de una tercera parte de tu vida durmiendo, tu recámara es un lugar muy importante y en el que tienes que sentirte a gusto. Por eso, este debería ser un espacio limpio, ordenado y acogedor, en el que puedas sentirte cómodo, descansar y dormir bien.
Elige los colores adecuados. Tal vez los colores brillantes y vibrantes sean de tu agrado. Pero si consideras que los colores pueden afectar tu energía y tu capacidad para dormir, lo ideal es elegir para tu recámara tonalidades que promuevan un ambiente de tranquilidad, como los colores pastel en las gamas de azul y verde. Si quieres dar toques de colores más intensos, úsalos en accesorios como almohadas o ilustraciones.
Necesitas un buen colchón. Si tu colchón ya tiene mucho tiempo y empieza a sentirse abultado, demasiado duro o demasiado blando, es hora de cambiarlo. Al comprar uno nuevo, asegúrate de probarlo antes de elegir. Comprueba que resulta cómodo para ti y, de preferencia, elige uno ergonómico, de los que están elaborados con materiales y diseños que se adaptan a la forma de tu cuerpo para ayudarte a tener un mejor descanso.
Evita las decoraciones recargadas. Mientras más minimalista sea tu dormitorio, mejor. Ten en ese espacio lo esencial, lo que te ayude a estar cómodo y te dé una sensación de bienestar. Por ejemplo, en lugar de tener ahí un librero repleto, coloca una pequeña repisa con algunos de tus títulos favoritos, o en lugar de tapizar las paredes con fotos, elige unas cuantas y colócalas en pequeños marcos o en un marco múltiple que tenga un diseño lindo.
Prefiere los materiales naturales. Tu dormitorio debe aportarte paz y alegría. Elige materiales naturales y suaves, los cuales te ayudarán a tener un mejor flujo energético y a descansar mejor. Prueba con muebles y accesorios de madera clara, algodón, lino y manta, y colores claros y neutros.
Mantenla limpia y ordenada. Además de que el desorden puede ser un indicio de que algo no anda bien con tus emociones, también te puede afectar energéticamente y convertirse en un obstáculo para el buen descanso. Por eso, es importante que mantengas toda tu casa, y en especial tu recámara, limpia y en orden. Tiende la cama todos los días, coloca la ropa limpia y sucia en su lugar, elige un espacio especial para acomodar tus zapatos y devuelve las cosas que utilices a su sitio.
Deja fuera los aparatos electrónicos. Aunque es muy común tener la televisión y la computadora en la recámara, esto no es recomendable, porque la luz que emiten puede tener un impacto negativo en tu sueño. Lo ideal es tener un espacio aparte, como la sala o el estudio, para el uso de ese tipo de dispositivos, de modo que no se conviertan en una distracción que obstruya tus horas de descanso. Lo mismo aplica para el celular; evita usarlo un par de horas antes de dormir, para que no te quite el sueño.
Considera colocar luces más tenues. Además de la lámpara principal que ilumina con intensidad, es recomendable que coloques una lámpara que emita una luz más tenue, de modo que la luminosidad no afecte el tiempo que tardas en quedarte dormido. Esto se debe a que tus ojos y tu mente necesitan tiempo para adaptarse, y pasar de una luz brillante a una oscuridad repentina no es lo mejor antes de dormir. Otra alternativa es colocar luces cuyo nivel de brillo se pueda programar para que cambie poco a poco.
Con información de Panararmer