Han pasado 13 meses desde la última vez que millones de personas estuvieron en su lugar de trabajo. Debido al confinamiento ocasionado por la pandemia de covid-19, desde mediados de marzo de 2020 muchas empresas debieron cerrar sus puertas temporal o definitivamente, mientras que muchas más empezaron a adoptar esquemas de trabajo en casa.
Antes de la pandemia sólo el 34% de los empleados en México trabajaba de manera remota de tiempo completo y el 10% tenía un esquema mixto, con algunos días de la semana en oficina y otros en casa. Pero durante el año pasado, el 68% de los trabajadores en el país se sumaron al trabajo remoto y aunque muchos ya regresaron a sus oficinas, gran parte continúan sus labores desde casa o con esquemas mixtos.
Es un hecho que trabajar desde casa tiene grandes ventajas, como ahorro de dinero y tiempo al no tener que desplazarse y comer alimentos preparados en casa; menos estrés, gracias al que se evita en los trayectos; así como la posibilidad de dedicar más tiempo a la familia, los pasatiempos y demás cosas de índole personal.
De acuerdo con el estudio A 1 año de la pandemia: ¿Cómo ha cambiado el mundo del trabajo?, realizado por la compañía Citrix, sólo dos de cada 10 trabajadores mexicanos extrañan trabajar en una oficina y estarían dispuestos a volver al esquema presencial que tenían antes de la pandemia, mientras que los ocho restantes prefieren continuar con sus labores desde casa o, en todo caso, establecer esquemas mixtos.
Sin embargo, el trabajo remoto también ha acarreado varios retos, como no perder la conexión humana.
Al acudir a la oficina, la conexión humana es el principal impulsor de la felicidad, ya que significa pasar tiempo con los compañeros que te agradan y que, al ser colegas y compartir el mismo ambiente laboral, suelen tener muchas cosas en común.
Además, cuando existen relaciones laborales saludables, ir al trabajo se convierte en una parte positiva del día a día, incluso muchas personas logran hacer buenos amigos en la oficina.
Debido a lo importante que es mantener la conexión entre los miembros del equipo incluso a la distancia, puedes poner en práctica las siguientes estrategias que pueden ayudar a propiciarla y hacerla crecer:
Cada integrante del equipo tiene una lista interminable de tareas pendientes, prioridades personales y carga de trabajo. La conexión del equipo no suele estar en la lista de tareas oficial, pero es tan importante como completar los objetivos laborales.
Los líderes pueden poner un recordatorio de "Conexión de equipo" en su calendario semanal para asegurarse de tenerlo presente y darse el tiempo para crear actividades que ayuden a unir al equipo.
Dichas actividades pueden consistir en algunas charlas informales entre todos, para hablar más de cuestiones personales (las que cada uno se sienta cómodo en compartir) o de cómo se sienten en la empresa, con el trabajo remoto y con sus actividades y desempeño actual; pero se debe evitar hablar de los pendientes del trabajo.
También se pueden agendar pláticas individuales entre el líder y cada uno de los integrantes del equipo para conocer un poco más su lado humano, así como sus inquietudes y necesidades en la empresa.
Por otro lado, se puede recurrir a la tecnología, por ejemplo para crear un grupo de chat con el equipo en un mood más relajado (ya sea con o sin jefes, según si éstos se prestan o no). Este será un espacio que puede usarse para tratar temas laborales de manera un tanto informal, pero sobre todo para relajarse y compartir cosas humorísticas o personales, así como para celebrar los logros del equipo y de cada miembro.
Se ha comprobado que estar frente a la cámara todos los días, y más aun cuando se tienen varias reuniones por día, puede ser agotador. Por ello, se recomienda no encender la cámara en todas las juntas, pero sí hacerlo al menos una vez a la semana o cada 2 semanas, sobre todo en las reuniones con el equipo de trabajo nuclear.
El objetivo de esta estrategia es que las personas se comuniquen entre sí mediante la comunicación no verbal. El lenguaje corporal, las gesticulaciones y la risa o las sonrisas se pierden cuando un equipo usa sólo audio. Encender las cámaras ocasionalmente ayuda a sentir la esencia del equipo a la distancia.
Además, se recomienda activar la cámara también en las reuniones individuales, ya sean para entrenamiento, retroalimentación, motivación o desarrollo profesional, pues un empleado se sentirá más conectado con su jefe si puede verlo.
Los líderes deben convertirse en ejemplos saludables de bienestar integral para su equipo. Esto no sólo disminuirá el estrés sino que también impulsará la productividad, la creatividad, la colaboración y el compromiso con el trabajo.
Para ello, los líderes deben pensar en cómo apoyar el bienestar físico, intelectual y emocional de sus empleados. Cuando la felicidad general es una prioridad para el equipo, éste será más fuerte y estará más conectado.
Los líderes pueden hacer esto a través de diversas actividades, como formar un club de lectura, alentar a las personas a participar en reuniones de caminata, establecer retos para correr ciertos kilómetros o quemar determinado número de calorías a la semana, otorgar medio día libre los viernes o en ocasiones especiales, como cuando se celebre un logro o se consiga un objetivo.
Además, pueden organizar sesiones de meditación o de yoga, presentar charlas y talleres con expertos en motivación, bienestar, productividad, etcétera, y algo importante es que los miembros del equipo deben aprender a mostrarse vulnerables y transparentes sobre sus emociones desafiantes.
El motivador número 1 para los empleados en todo el mundo es tener un progreso significativo en el trabajo. En este sentido, los líderes pueden conectar a sus equipos al comunicar constantemente el propósito de la compañía.
Los empleados generalmente aprenden sobre esto cuando se incorporan a la empresa, y es posible que no se hable de ello con mucha frecuencia después de ese momento. Entonces, los líderes deben recordar e inspirar a las personas con la historia de la organización, por qué existe y cómo contribuye su trabajo a su crecimiento.
Las personas no piensan por qué su trabajo individual es importante a diario; depende del líder motivarlos al comunicarles todo esto y hacerles saber que su labor es una pieza clave para que el engranaje de la empresa funcione bien, además de ayudarles a tener claro en qué parte de ese engranaje está el engrane que les corresponde.
Un equipo se sentirá más conectado cuando su líder les hable sobre el impacto que tiene su trabajo dentro de la empresa, así como de la forma en que la labor de todos los que la integran contribuye para ayudar a las personas de distintas maneras.
Aunque muchos trabajadores continúan separados, pueden sentirse conectados con sus equipos y empresas; y esa conexión, tanto con jefes y compañeros como con el todo que es la compañía, afectará positivamente en el desempeño y el bienestar de todos los integrantes del equipo laboral.
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