Ser madre te cambia la vida radicalmente; y es que en lo que te adaptas a la llegada del bebé, llega el momento de volver a la oficina y comienza la decisión de con quién dejarás a tu pequeño.
Cuando vuelves al trabajo comienzas con la incertidumbre de dedicar el 100% de tu tiempo al bebé o tratar de continuar con tu vida laboral como antes, y entonces surge la idea: ¿por qué no hacer home office?
Hacer home office tiene sus ventajas y desventajas. Sí, puede ayudarte a equilibrar tu nueva vida como mamá, pero también tienes que tomar en cuenta que cuando estás en la oficina no hay distracciones para enfocarte en tu trabajo; sin embargo, en casa, con el nuevo miembro de la familia y todas las necesidades de atención que tiene, debes saber que no será tan fácil como piensas.
Antes de tomar una decisión precipitada, toma en cuenta que en algún momento necesitarás cuidar a tu hijo en algo mientras tú trabajas y no siempre resultan bien estas cosas, pues le pones más atención a uno u otro. Antes de que elijas salirte de la oficina, busca alguien que te apoye para el cuidado de tu hijo mientras trabajas; así puedes estar cerca de él sin descuidar el trabajo.
Establece un espacio de la casa donde trabajarás diario; esto te ayudará a concentrarte y ser más productiva. Puede ser un estudio como tal, o en algún rincón de tu casa instala un escritorio con todo lo que necesites para trabajar.
Otra de las desventajas de trabajar en casa es que tus amigos o familia sabrán que estás en casa 24/7, por lo que probablemente te llamen para salir a desayunar, para ir por un café, o simplemente quieran pasar a visitarte. Debes aprender a decir que no; después de todo, es trabajo, así lo hagas en pijama, no puedes deslindarte de tus responsabilidades si has decidido ser una mamá que trabaja desde casa.
En caso de emergencias, las cosas no deben ser distintas a como serían si estuvieras en la oficina. Siempre ten un plan B por si no puedes ser tú quien lleve a tu hijo al doctor, o quien vaya por él a la escuela. Los abuelos siempre están dispuestos a ayudar.
Seguramente a tus pequeños les parecerá extraño verte en casa y saber que no pueden interrumpir tu trabajo, por eso tienes que hablar con ellos y explicarles cómo serán las cosas a partir de que comiences a trabajar desde casa.
Así como debes respetar tu trabajo en casa, es importante que respetes los tiempos de tu familia y de la casa, así que asegúrate de establecer horarios para que organices bien tu día a día y no descuides a tu familia ni el trabajo.
Si te esfuerzas y te concentras en lo que tienes que hacer, al final lograrás responder mails mientras duermes al bebé, haces llamadas en conferencia mientras lo alimentas; básicamente serás una master en tus labores de mamá y profesionales.