Un sutra es una enseñanza, un pasaje corto que contiene mucha sabiduría; son mensajes sagrados de los gurús, sabios y maestros espirituales. En sánscrito, sutra literalmente quiere decir “hilo”, es decir, los sabios utilizaron hilos para entretejer todas las lecciones e ideas sagradas.
Los sutras pueden ser encontrados en el budismo, el hinduismo y el jainismo. Los sutras son una parte importante de la práctica budista. Conectan a los budistas con las antiguas enseñanzas y les recuerdan las disciplinas centrales de los maestros que vivieron mucho antes.
En el budismo, muchos de los importantes sutras que se practican hoy en día provienen del propio Buda y de los santos maestros, o bodhisattvas, del budismo.
Los monjes primero preservaron las enseñanzas al transmitirlas de boca en boca antes de registrarlas en los años siguientes.
En este mundo el odio nunca ha disipado al odio. Sólo el amor disipa el odio. Esta es la ley, ancestral e inagotable.
Dentro de las creencias budistas, el amor es el deseo de que todos los seres puedan ser plenos, vivir felizmente y alcanzar sus metas.
Una mente más allá de los juicios observa y comprende.
De acuerdo con el maestro budista Lama Rinchen Gyaltsen, el ser humano califica su exterior en tres categorías:
Son tres venenos que cuando caes en ellos es porque juzgas a lo desconocido, tu exterior, sin realmente saber de qué se trata. Cuando dejes de juzgar sin comprender, podrás ser mucho más feliz y libre.
Es dulce vivir arduamente y ser dueño de ti mismo.
Este es un sutra que te recuerda que vivir por aquello que realmente quieres es lo que te hará ser pleno. Debes poner tu corazón y todo tu esfuerzo en tus metas y tu día a día. Debes vivir por completo todo lo que te ocurre, bueno y malo, aprender de ello y seguir con las lecciones.
Con amabilidad supera la ira. Con generosidad supera la mezquindad. Con la verdad supera la decepción.
Está bien que no todo el tiempo puedas ser positivo. Sin embargo, si ya notaste que estás en un hoyo de negatividad, entonces salte de ahí. Cambia esos pensamientos que alimentan lo negativo por otros que sean positivos. Aprende de lo negativo y dale vuelta a la página.
Controla tus palabras.
Las palabras pueden convertirse en armas o en algo positivo. Date cuenta de lo que expresas día con día. No hables sólo por hablar, a veces el silencio es mucho mejor.