Se podría decir que la fascinación del mundo occidental por todas las enseñanzas de oriente comenzó en los años 60, cuando se creó un lazo entre el budismo y las ciencias occidentales. Psicólogos como Erich Fromm y Carl Jung se interesaron mucho por todas estas filosofías y, después de un tiempo, otros psicólogos como Daniel Goleman, Richard J. Davidson y Paul Ekman se reunieron con el Dalái Lama y Matthieu Ricard. 

La psicología occidental dice que existen diferentes emociones que se convierten en algo perjudicial para tu vida. De la misma manera, de acuerdo con el budismo, ciertas emociones negativas se transforman en la fuente más común de tu sufrimiento e infelicidad. El Dalái Lama dice que son estados mentales que distorsionan tu diálogo interno, la forma en que te comunicas con los demás, y tienen un impacto en tu comportamiento. 

Las emociones disruptivas son: 

• Odio 
• Enfado
• Frustración
• Ira
• Ansiedad
• Celos 
• Orgullo 
• Envidia 
• Deseo entendido como apego 

Esta información también tiene una base científica, ya que, de acuerdo con la Universidad de Sydney, existe una probabilidad 8.5 veces mayor de sufrir un ataque cardiaco 2 horas después de experimentar ira intensa. 

Asimismo, también se ha comprobado que muchas emociones negativas producen ciertos químicos en tu cerebro, los cuales, a la larga, provocan una adicción. Entonces puede ser que un día te sientas bien, pero tu cerebro necesita ese bajón o esa adrenalina del enojo. Entre más refuerces esos pensamientos, se convierten en parte de tu cerebro, como los hábitos. Por ello es importante trabajar para romper los bucles negativos. 

Los kleshas de Patanjali 

De acuerdo con lo escrito por el yogui Patanjali en los Yoga sutras, existen diferentes emociones que son el veneno de la mente: avidya (ignorancia), asmita (egoísmo), raaga (apego o deseo), dvesha (aversión) y abhinivesha (miedo a la muerte). 

Así como existen este tipo de emociones destructivas, también están sus antídotos: el amor bondadoso, la compasión, la alegría empática y la humildad.  

La meditación como antídoto 

Las enseñanzas budistas hacen hincapié en la meditación como un método que se debe utilizar para lograr un estado equilibrado de calma y para tener la capacidad de apreciar el momento presente. Los beneficios de la meditación han sido estudiados y comprobados científicamente, pero claro está que no se trata de hacerlo un día y ya, tiene que convertirse en un habito, una disciplina y algo que respetes. 

Las emociones destructivas también tienen su función, pero lo importante es prestarles atención y usarlas de forma correcta. No es sano tampoco que quieras estar en un estado de felicidad todo el tiempo, pero sí es bueno que si sientes ansiedad o miedo, sepas canalizarlos.