Aprender a acoger las luchas como si las hubiéras elegido puede ser un completo cambio de juego en lo que se refiere a tu bienestar espiritual. Sí, incluso el trauma, la pérdida, el dolor... el mayor crecimiento a menudo comienza con lo más difícil.
Como dice Ekhart Tolle: "Acepta, luego actúa. Lo que sea que contenga el momento presente, acéptalo como si lo hubieras elegido. Siempre trabaja con él, no en contra. Hazlo tu amigo y aliado, no tu enemigo. Esto transformará milagrosamente toda tu vida".
También vale la pena preguntarte qué podrías estar haciendo inconscientemente para elegir ciertas cosas en tu vida. Por ejemplo, si sientes que repites los mismos patrones tóxicos en tus relaciones o en el trabajo, puede ser una buena idea explorar por qué.
Cuando decides ir más lento, puedes llegar más profundo. Si quieres conectarte contigo mismo a nivel espiritual, entonces tienes que ser más paciente.
Puedes hacer una cita contigo mismo y tomar un café sin estar pegado al celular. Simplemente mantente presente con tu propia compañía, tus pensamientos, tu respiración, tu cuerpo.
Tu alma necesita también cuidado, así que cuando decides tener un momento de paz para ti, decides mejorar tu bienestar interior.
La meditación es una de las herramientas más antiguas y científicamente probadas para una conexión más profunda mediante la presencia; y no sólo aporta beneficios en el ámbito espiritual, sino para el bienestar general.
Tan sólo 5 minutos de meditación al día pueden hacer más diferencia de lo que te imaginas. Y todo lo que necesitas para meditar es tu respiración. Incluso puedes hacerlo mientras caminas o cocinas.
Si piensas que la meditación es como lavarse los dientes para tu mente y tu alma, es más fácil convertirla en un hábito diario. Y una vez que empiezas, rápidamente sentirás que la placa mental y espiritual comienza a acumularse cuando no lo haces.
Esto puede ser complicado. El equilibrio en el sentido espiritual significa tener la capacidad de seguir la corriente, así como de cambiar activamente el curso de los acontecimientos. Se trata de encontrar un equilibrio entre los dos, rendirse y actuar, mientras se mantiene un sentido de optimismo y confianza en el universo o la inteligencia de la vida.
Es saber cuándo dar un paso atrás y esperar, y cuándo avanzar y actuar. A menudo es difícil verte claramente en este sentido, así que puede ser útil preguntarle a familiares o amigos cercanos lo que piensan.
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