Son tiempos difíciles. La gente parece más alejada de los suyos; el egoísmo, el narcisismo y estar siempre en constante movimiento se han vuelto el pan de cada día. Los días de decir “gracias”, “buen día”, dar el paso o simplemente sonreírle a alguien extraño ya quedaron atrás. Así que, ¿por qué no te propones cultivar los siguientes valores y ser un mejor ser humano cada día?

Coraje. El coraje parece escaso en estos días; especialmente, el coraje emocional. Cuando veas que un bully acosa a un vulnerable, no te quedes quieto, alza la voz y haz algo para ayudar. Puede ser que la próxima ocasión seas tú quien necesite ayuda.

Bondad. Los actos de bondad fomentan el cuidado y el altruismo en los demás. El egoísmo deja a todos solos y sin apoyo. No hace mucho tiempo, la gente tenía un sentido más fuerte de conexión. Ayudaban a sus vecinos y contribuían a su comunidad. Ser amable crea un sentido de pertenencia en las personas; une a todos, y hace que la gente quiera pagar por ello. La bondad siempre se multiplica. La bondad transforma el mundo.

Respeto. En la actualidad, los niños son educados con poco respeto hacia sus padres y hacia los adultos en general. Los estudiantes no respetan a sus maestros. La gente ya no se da el paso ni los buenos días, y cada día parece que cada quien vive en una burbuja de individualismo. Decide cultivar el respeto por todo ser viviente, no sólo los seres humanos: recuerda que los animales también tienen el derecho a ser respetados y amados. Y para empezar, practica el respeto hacia ti mismo.

Tolerancia. La sociedad actual es más multicultural que nunca y, sin embargo, parece que cada vez hay menos tolerancia a las diferencias. Es necesario dejar de juzgar y tener miedo a los que son diferentes; en lugar de esto, celebra las diferencias y aprende de ellas. Además, piensa que para otros, el diferente eres tú.

Responsabilidad. Es mucho más fácil culpar a los demás de las cosas malas que te ocurren que tomar responsabilidad por tus decisiones y acciones. La única manera de tener el poder en tu vida es aceptar la responsabilidad de la misma y darte cuenta de que las cosas “malas” siempre serán una oportunidad para el crecimiento y aprendizaje.

Honestidad. Es uno de los valores más importantes y que, sin duda, también se han perdido. La gente necesita confiar en ti y tú en los demás. Cuando eres honesto, todo funciona de mejor manera y las cosas fluyen. Así que procura mostrarte siempre tal como eres y mantén la congruencia entre tu pensar, decir y actuar.

Paciencia. Hoy en día, la tecnología ha hecho que todo suceda tan rápidamente que te acostumbras a la inmediatez, a la gratificación instantánea. Sin embargo, tienes que reconocer que algunas cosas realmente buenas llevan tiempo, y que esperarlas hace que valgan más la pena.