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La virtud indispensable para la felicidad de la que nadie te ha hablado

Diciembre 29, 2016

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Una de las claves más importantes para la felicidad es saber agradecer. Cuando aprendemos a ponderar las cosas buenas que tenemos por encima de las que nos "faltan" nuestras vidas cambian maravillosamente. Agradecer en lugar de ambicionar es la mejor forma de encontrar la paz y la felicidad; sin embargo, debe acompañarse de otra virtud de la que pocas veces se nos habla y es igual de importante: saber recibir.

 

Cuando vas a tener visitas preparas tu casa para que cuando lleguen la encuentren limpia y acogedora; lo mismo debe ocurrir con tu espíritu, que para poder recibir debe estar en paz y en equilibrio.

 

El problema es que las personas solamente somos capaces de recibir lo que creemos merecer y muchas veces nuestra autoestima nos impide sentirnos merecedores de todo lo que se nos ofrece. Así, ante un regalo, un don o una oportunidad vacilamos, nos angustiamos y terminamos por perderlo. Aprender a recibir todo lo bueno que la vida tiene para nosotros no es sencillo, sobre todo si durante años nos hemos sentido poco capaces o dignos, pero es posible. Lo primero que tienes que hacer es hacer las paces contigo mismo:

  • Olvídate de la culpa y las recriminaciones. Gran parte de nuestra incapacidad de recibir proviene de que nos sentimos culpables por algo y nos negamos lo que nos hace bien como "castigo". Perdónate.
  • Acepta la persona que eres tal y como eres. Deja de pensar en tus defectos y en los errores que has cometido, enfócate en tus logros y tus virtudes.
  • Deja de lado el orgullo. ¿No te gusta deberle nada a nadie? ¿Crees que para obtener algo debes lograrlo tú solo? Puedes creer que eso se llama dignidad, pero en realidad es soberbia.
  • Aprende a decir que sí. Las personas que consiguen todo por ellas mismas son admirables, pero las personas capaces de aceptar con humildad la ayuda que se les ofrece son entrañables. 
  • La generosidad no es una deuda. Si no te gusta aceptar nada de nadie porque no quieres "deber favores" no has entendido que todos somos dadores y recibidores; la vida no se trata de deudas o cobros sino de que los actos de generosidad fluyan de un lado a otro.
  • Abre tu mente y tu corazón, permítete recibir todo lo bueno sin cuestionar si lo mereces o no. Si la vida lo ha puesto frente a ti, la respuesta ya está dada: lo mereces.

 

El filósofo y poeta árabe Gibran Khalil alguna vez escribió: "Es triste abrir la mano vacía y que nadie ponga en ella nada, pero es aún más triste abrir la mano llena de dones y que nadie quiera recibirlos".

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