Quizá cuando escuchas hablar de meditación inmediatamente te imaginas a un yogui sentado en posición de loto o medio loto. Sin embargo, no es necesario estar sentado en una postura compleja para poder meditar; puedes hacerlo en una silla, especialmente si has sufrido alguna lesión o experimentas dolor en rodillas y caderas. Estos son algunos aspectos que vale la pena cuidar para tener una mejor postura de meditación en una silla:
1. Estabilidad
Ten en mente que la postura es importante al momento de meditar, ya que cuerpo y mente están estrechamente conectados. Una buena postura puede propiciar una buena meditación y cultivar estabilidad en el cuerpo, y además contribuye a la estabilidad de la mente. La sensación que cada persona tiene de su cuerpo es distinta, de tal manera que cada quien necesitará hacer ligeros ajustes dependiendo de sus necesidades. No obstante, lo más importante es que tu postura te haga sentir estable.
2. Pies
Las plantas de tus pies deben ir bien apoyadas en el piso. Si por alguna razón tus pies no alcanzan puedes colocar un par de libros grandes, una cobija de lana doblada o un par de toallas dobladas para ajustar la altura.
3. Tobillos
Deben estar relajados y sin tensión, formando un ángulo de 90 grados.
4. Rodillas
Al igual que los tobillos, las articulaciones de las rodillas deben estar relajadas en un ángulo de 90 grados.
5. Caderas
Las caderas deben estar bien apoyadas sobre el asiento. Se recomienda que éste no sea demasiado suave y que te sientes a la mitad o un poco más hacia a la orilla para lograr el ángulo deseado con tus rodillas, tobillos y de manera que tus pies puedan apoyarse en el piso. Lo mejor es que las caderas también formen un ángulo de 90 grados, pero si tus rodillas están ligeramente más abajo que tus caderas está bien. Lo que no es recomendable es que tus rodillas se encuentren por arriba de tu cadera.
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6. Espalda
La espalda debe ir erguida en un punto neutral; evita encorvarte, pues esto pone presión innecesaria en tus vértebras. No te recargues en el respaldo de la silla; mantente derecho a la mitad del asiento pero sin tensión.
7. Hombros
Tus hombros deben estar relajados y dejar que tu pecho se abra ligeramente. Esto te permitirá lograr mayor profundidad en tu respiración. Puedes hacer algunos círculos con tus hombros de adelante hacia atrás para relajarlos y colocarlos en una postura correcta. Hazlo con lentitud y nota cómo se sienten tus hombros en diferentes puntos del movimiento. No fuerces nada; recuerda que tu postura debe darte estabilidad y calma, no dolor. Cuando tus hombros estén en un punto de equilibrio, deja que tus brazos caigan con naturalidad mientras tus manos descansan sobre tus muslos.
8. Cuello y cabeza
El cuello también debe ir erguido pero sin tensión y la cabeza debe descansar en un punto neutro; cuida que tu barbilla esté en una línea horizontal y no demasiado cerca de tu pecho o demasiado alejada, ya que lo primero llevará tu cabeza a colgar hacia adelante y lo segundo la llevará demasiado hacia atrás. Puedes poner un libro temporalmente arriba de tu cabeza para buscar el punto de equilibrio en el que tu cabeza se posa sin tensión.