Durante miles de años se han utilizado los símbolos para representar ciertas cosas (por ejemplo, ciertos aspectos de una civilización) o para encarnar a alguna deidad. Estas imágenes se convitieron en parte de las culturas y, no importa cuántos años pasen, siempre van a formar parte de la humanidad.
Los símbolos espirituales tienen una historia y un porqué. Puede que los hayas visto y sentido algo, ya que en muchas ocasiones tienen un impacto en tu subconsciente. A continuación, conoce más sobre tres de ellos.
Seguramente has escuchado este mantra, y si bien se le conoce más por su sonido, también tiene una representación gráfica que es muy importante. Consiste en tres curvas, un semicírculo y un punto.
La curva de abajo –la más grande– representa el estado consciente, la de en medio el estado de sueño y la de arriba se refiere al estado inconsciente. El punto representa la conciencia (turiya) y el semicírculo el estado de ilusión (maya), el cual divide a las otras tres curvas para simbolizar que cuando estás en esa fase no puedes llegar al nivel más alto del Ser.
Este símbolo proviene del taoísmo, una filosofía que nació en China y que cree que todo en el universo está creado a partir de vibraciones y energías que se comportan de diferentes maneras según el contexto.
Está compuesto por dos lados, el yang de color negro con un punto blanco y viceversa; si te das cuenta, ambos tienen un poco del otro. Esto es una representación del equilibrio: no todo es negro, ni todo es blanco.
Yang es el lado masculino, la fuerza, el coraje, y se la asocia con el cielo, el calor y la luz. Algo yang sería el Sol. El lado yin se refiere a todo lo femenino, aquello que es sutil, frío, lento. Por ejemplo, la Luna.
Así pues, las enseñanzas principales provenientes del taoísmo se refieren a la importancia de aprender de ambos lados, de reconocer que no todo puede ser bueno o malo, sino que siempre habrá un poco de los dos. Cuando aprendes a vivir con el orden natural de las cosas no necesitarás luchar contra el universo, ni él contra ti.
Gracias a que muchas deidades están asociadas a este símbolo, desde hace miles de años es uno de los más reconocidos dentro del budismo e hinduismo. Muchas deidades están vinculadas con este motivo, ya sea por estar sentadas sobre ella o por traerla en sus manos.
El loto representa la pureza de cuerpo y mente. Pese a que nace en el barro tiene flores enormes que simbolizan el desapego, ya que las gotas de agua se deslizan fácilmente de sus pétalos.
En el hinduismo, también es símbolo de pureza y belleza divina. Se le relaciona con los dioses Vishnu, Brahma y Kúbera y las diosas Lakshmi y Saraswati.
¿Y tú qué otros símbolos espirituales conoces?
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