La limpieza es algo importante y necesario a lo largo del año, tanto en tus espacios (casa y oficina, principalmente) como en tu cuerpo y en tu mente y espíritu, es decir, la limpieza interior.
Sin embargo, el fin de año es un momento especial en el que la energía de las personas tiene una mayor vibración positiva, y esto lo convierte en un buen tiempo para realizar una limpieza a fondo en todos los ámbitos.
La limpieza representa eliminar las malas energías para atraer cosas mejores en tu vida. Es la forma de deshacerte de lo que ya no sirve, de lo que te estorba, ata y obstaculiza, para dejar espacio libre para la energía positiva y para todo lo nuevo que esté por llegar.
Así que en estos días en los que un año termina y otro inicia, te recomendamos dedicar un tiempo para realizar una limpieza interna y externa.
Antes de que termine el año, los japoneses se dedican a hacer una limpieza exhaustiva de sus casas; esto es lo que se conoce como ōsōji o gran limpieza. Este ritual tiene un componente espiritual y simbólico, ya que al limpiar la casa físicamente es como si se limpiara también la energía del lugar, así como el alma y la vida de sus habitantes, para comenzar así el nuevo año desde cero, purificados, limpios física y espiritualmente.
Así, la limpieza del ōsōji es exhaustiva y presta especial atención a los rincones que suelen quedar olvidados en la limpieza cotidiana. Pero dejar la casa reluciente no es todo, también es necesario pagar deudas y concluir con todo aquello que tengas pendiente antes de terminar el año.
Para realizar la limpieza general de fin de año, es importante que toda la familia se involucre, para que cada quien se haga cargo de su espacio personal y entre todos colaboren en las áreas comunes.
Pongan sus cosas en orden y desháganse de todo lo que ya no sirva o que tenga mucho tiempo que ya no usen. Como en otras ocasiones se ha recomendado en Harmonía, las cosas que ya no son necesarias se pueden vender, donar, reciclar o desecharse si es que ya no son útiles.
Un espacio sucio y desordenado estanca toda la buena energía. Al limpiar, se libera la energía negativa y se permite el libre flujo de la positiva. Pero eso no es todo; la limpieza incluso tiene efectos sobre la actitud y el disfrute de los espacios, de modo que te sentirás más confortable y a gusto en una casa limpia y ordenada que en una que es todo lo contrario.
Para complementar tu limpieza profunda con un ritual, puedes encender un incienso de sándalo, copal o alguna otra esencia de tu preferencia, como canela, vainilla, menta o té.
Con los inciensos encendidos, recorre cada sitio de tu casa para que el humo y el aroma que despide el incienso te ayude a purificar la energía de tu hogar. Mientras lo haces, ten presente tu intención, que es la de purificar tus espacios. Cuando termines, cierra bien las ventanas y deja que toda la casa quede totalmente aromatizada.
Es importante mencionar que este ritual debe hacerse una vez que la casa esté totalmente limpia, y si no te gusta usar incienso, también puedes utilizar velas aromáticas o aceites esenciales en un difusor.
La limpieza interna se refiere a la purificación de tu mente y espíritu. Para ello, es necesario que te liberes de las emociones negativas, de los rencores y recuerdos dolorosos.
Es importante que dejes ir lo negativo, lo que te impide avanzar y lo que te mantiene atado al pasado.
Es momento de cerrar ciclos, perdonar a los demás y a ti mismo, y también de agradecer, tanto por todo lo bueno que te ocurrió a lo largo del año como por aquellas situaciones difíciles o adversas que, al superarlas, te permitieron obtener un aprendizaje y un crecimiento.
Para ayudarte a realizar esa limpieza interna, te recomendamos leer estos textos de Harmonía:
Agradecer y soltar: el mejor ritual de Año Nuevo
Con diciembre llega el momento de cerrar ciclos
Esta meditación te ayudará en el proceso de perdonarte y perdonar