Respirar es algo que haces todos los días sin darte cuenta, es automático y, básicamente, crucial para vivir. ¿Pero cuántas veces le prestas atención o das gracias por poder hacerlo? La respiración es algo tan importante que si aprendes cómo regularla o utilizarla para calmar tu estrés y ansiedad, podrás realmente sentir los beneficios.
En la práctica de yoga, utilizar la respiración (pranayama) es vital para que tu práctica de asanas sea completa y puedas realmente sentir los beneficios de las mismas.
Practicar pranayama o respiraciones controladas puede permitirte ser más consciente de tu cuerpo y mente, experimentar el presente y agradecer.
A través de esta conciencia y con la práctica, se aprende a acceder a la sabiduría interior de tu ser. El prana, la fuerza vital omnipresente, es intrínseco a la respiración y al aumentar su flujo a través del cuerpo se puede expandir tu experiencia de vida, al apreciar cada momento con más claridad y alegría.
Puedes practicar ejercicios de respiración en cualquier momento, pero es mucho mejor que lo hagas por las mañanas. Es el momento en que tu mente se encuentra libre de pensamientos que no paran.
Nadi shodhana, o respiración alternada, es un tipo de pranayama que equilibra los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro y tiene un efecto calmante en el sistema nervioso al tiempo que crea una mente más alerta. Limpia los canales del cuerpo de energía sutil y te ayuda a eliminar los bloqueos energéticos a lo largo de los nadis (canales) que corresponden a los ganglios nerviosos a ambos lados de la médula espinal.
Para practicarla haz lo siguiente:
Como con cualquier práctica de energía sutil que active el prana, es mejor empezar lentamente y de forma constante. Una práctica más corta de forma consistente traerá más beneficios al cuerpo que una práctica más larga de vez en cuando. Este pranayama puede restaurar el equilibrio de la mente y el cuerpo.