Mercurio retrógrado es uno de los fenómenos astrológicos habituales más temidos, en tanto a que supuestamente llena de caos y desarticula las comunicaciones y los transportes. Sin embargo, este fenómeno aparente desde la perspectiva de la Tierra en el cual Mercurio, el planeta de los pies alados, parece invertir su curso para ir en la dirección opuesta del zodiaco y entra en la sombra del Sol, ocurre tres y hasta cuatro veces al año, así que es necesario aprender a lidiar con él.
Este 2016 cerrará con Mercurio en retrógrado, regresando a través de Capricornio hasta Sagitario del 19 de diciembre al 8 de enero, así que, si creemos en la influencia de Mercurio, las fiestas navideñas y el añosnuevo estarán llenas del obnubilamiento y la magia del caos que caracteriza a este planeta.
Tradicionalmente Mercurio es el planeta que conecta las cosas, que articula, que crea el dinamismo de las relaciones, particularmente rigiendo la coordinación física y sobre todo la mental; también rige el intelecto y la palabra, se dice que los escritores suelen tener una buena ascendencia de Mercurio.
Mercurio no se siente demasiado cómodo en Capricornio, donde se encuentra peregrino, y es que este signo, regido por Saturno, es muy distinto a la impaciencia, el dinamismo y la creatividad mercurial. Capricornio es un signo de Tierra --Mercurio prefiere naturalmente el aire--, muy conservador, pertinaz y se podría decir que lento.
Mercurio (el dios griego Hermes) generalmente provee claridad --conecta los puntos en el mapa de la realidad,-- pero en Mercurio retrógrado se le atribuye confusión y dificultades. Sin embargo, algunos astrólogos señalan que esto puede ser una bendición disfrazada, ya que permite observarnos en el espejo y mirar hacia adentro. Es el momento de comunicarnos con nosotros mismos, de descender simbólicamente al inframundo de nuestra mente y ver qué cabos están sueltos. De esta labor interna, puede surgir una nueva claridad y una más alta función mental. Como se dice popularmente, a veces es necesario perderse para encontrarse y Mercurio en estos momentos nos invita a los laberintos de la mente.
Si todo esto falla, simplemente trata de ir con calma.
Para quienes leen en inglés, este artículo del erudito Aaron Cheak quizás sea el más brillante que se puede encontrar en Internet sobre los meandros de Mercurio