Antes que nada, conozcamos la diferencia entre el horóscopo, la carta astral y las características de los signos zodiacales, ya que aunque no lo creas, aquí sigue habiendo mucha confusión, siendo que son cosas ligadas pero totalmente distintas.

Según la astrología, los fenómenos celestes tienen la capacidad de incidir en las actividades y relaciones humanas; para desarrollar esto, existen 12 signos que representan los distintos tipos de personalidades. De acuerdo con estas creencias astrológicas, a cada signo lo rige un astro, del cual adquiere sus cualidades y peculiaridades. Lo que conocemos comúnmente de las características de cada signo tiene su origen en la cultura griega. Los signos zodiacales provienen del zodiaco, que significa “rueda de los animales” y representa a la esfera celeste. Cada signo ocupa un área específica.

La carta astral es básicamente un mapa de la ubicación de los planetas y astros en relación con los signos zodiacales y sirve para, según las creencias, interpretar psicológicamente a una persona o predecir su futuro de acuerdo a cómo estaban ubicados al momento de nacer y la influencia que tendrá de ellos. Para obtenerla se necesita el día, mes, año, hora y minutos del nacimiento, así como la latitud y longitud del lugar; de lo contrario no se podrá establecer la posición exacta de los astros.

Y por último, el horóscopo es un método de predicción que busca anticiparse a eventos que le sucederán a cada uno de los signos, o mejor dicho, a las personas regidas bajo tal o cual signo. Desafortunadamente, nunca ha habido evidencia concreta de que este método en verdad funcione. Más bien, todo se debe a un fenómeno psicológico completamente natural, donde la persona se enfoca en las coincidencias presentadas y olvida con facilidad todos los puntos donde hay vaguedad; en concreto, uno puede ver lo que quiere ver.

Existen muchas opiniones encontradas y todas ellas enriquecedoras de nuestra concepción astrológica, que al mismo tiempo es una manera de percibirnos en el mundo para descifrar nuestras acciones y consecuencias, es decir, para entender mejor por qué nos pasa lo que nos pasa. Así que aquí entra tu criterio a consideración.

Es verdad que hay mucho de predisposición, de querer encontrar las señales y en cierto punto encontrarlas, pero también, como en todas las creencias, la fe juega el papel más grande, y eso es lo que realmente importa: ser personas capaces de experimentar la fe y depositarla en aquello que nos haga comprender el mundo en que vivimos. Así que si te ayuda a conocer y conocerte mejor, no hay ningún problema, déjate llevar por tu intuición, pues ella es tu mejor guía.