En el inicio de todo, tú fuiste creado con luz y amor. Con luz se hace referencia a que la fuente creadora central, Dios, o el Universo te regaló parte de su propia luz. Se te transfirió una esencia muy pura de amor incondicional y luminosidad que sigue guardada dentro de ti. Con esa luz funcionan tus células, órganos y todo ese sistema humano que eres.

Lo más sorprendente de todo es que tú eres capaz de irradiarla hacia tu entorno. Y cuando la irradias, los animales, personas o elementos del planeta la reciben en forma de oleadas de amor, gratitud, compasión y muchos otros sentimientos regenerativos.

Cuando experimentas compasión por alguien, es tu parte luminosa la que la envía, así­ como tu parte oscura es la que envía celos, odio y otras emociones destructivas. Todos los seres humanos tienen esa luminosidad, pero sólo algunos son conscientes de ella y cuando tú sabes que tienes por dentro esa luz y comienzas a sentirla, toda tu realidad se torna favorable. Por eso es importante vivir en la luz, es decir, tomar conciencia de ese gran regalo que se te dio para que a partir de él, seas capaz de iluminarte y luego iluminar a otros.

Cuando llega a tu cuerpo una enfermedad crónica, sólo tu luz y conciencia pueden ayudar a establecer en ti la frecuencia y vibración de la sanación. Una enfermedad crónica es capaz de deprimirte, entristecerte, agravarse y muchas veces matarte. Pero cuando tú entiendes que esa enfermedad llega a ti para darte un gran mensaje, tu luz interior te permite entender y aprender de ella.

En el 2016 me detectaron una enfermedad crónica: artritis reumatoide. Es un padecimiento que, según la ciencia, no se quita. Pero yo lo hice, yo la erradiqué de mi sistema gracias a mi luz interna, a mi conciencia y a las acciones que realicé para sacar al sanador que llevo por dentro. Existen muchos casos en los cuales la luz, el amor y la conciencia manifiestan situaciones hermosas en tu realidad. 

La luz puede hacerlo todo. Tu mente es quien la limita. Por eso te invito a ser más consciente de esta idea: Tú eres una extensión de Dios, tú eres parte de esa luz, tú eres magnificente. Así que tienes todo para salir adelante y para resurgir de las eventualidades, como el ave fénix. 

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