Debido a todo lo que se vive actualmente, las clases en línea han sido de gran importancia para muchas personas. Existe una gran variedad de tipos de yoga que se imparten y un abanico de oportunidades para que puedas elegir la que más te gusta. Sin embargo, ¿es realmente lo mismo una clase presencial a una en línea?

La práctica de asanas es una experiencia sumamente personal. Todas las personas tienen diferente anatomía, creencias, gustos, etcétera. Por ello es muy importante aprender a escuchar a tu cuerpo, ya que el maestro no se encuentra físicamente contigo.

En ocasiones, los maestros de yoga son vistos como personas que lo saben todo, y si bien son guías, tú eres el único que te conoce por completo. Respetar tu cuerpo, tu anatomía, tus cualidades y defectos, es crucial para que puedas llevar bien una clase de yoga en línea.

Se cree que practicar asanas de yoga es simplemente un ejercicio. Y sí, en gran parte lo es, pero hay que recordar que cada una de esas posturas tiene también un propósito energético y que, en ocasiones, su práctica te puede hacer sentir cosas como ansiedad, enojo, tristeza, etcétera. Según el momento y el estado anímico y emocional en el que te encuentres, así será tu práctica. El trabajo energético que se hace es muy profundo y puede desencadenar diferentes emociones. 

Escucha lo que tu cuerpo quiere decirte

- Siente lo que sientes. No te convenzas a ti mismo de negarlo; permítete sentirlo.

- Acepta lo que sientes. No juzgues lo que realmente está ahí.

- Ábrete a tu cuerpo. Siempre mantente en comunicación contigo y dispuesto a escuchar.

- Confía en tu cuerpo. Cada célula está de tu lado, lo que significa que tienes cientos de miles de millones de aliados.

- Valora la espontaneidad. Las emociones cambian, las células cambian, el cerebro cambia. No seas el policía que detiene el río del cambio al bloquearlo con creencias fijas y congeladas.

- Disfruta lo que tu cuerpo quiere hacer. A los cuerpos les gusta descansar, pero también les gusta estar activos.

Las clases en línea te ofrecen una oportunidad para poder sanar; física y emocionalmente. Aprender a no juzgar a tu cuerpo y emociones es de las cosas más importantes que te enseña el yoga. Aprender también a saber cuándo sí puedes tú solo y cuando necesitas de la ayuda de tu maestro para surfear la ola de emociones que puede presentarse también es importante.

Además del aspecto emocional, también es necesario tener cuidado a nivel físico. Muchas clases en línea no tienen una guía personalizada y en ocasiones, por querer lograr esas posturas, puedes hacerle daño a tu cuerpo y sufrir lesiones. Aprende a escuchar lo que sí y lo que no puedes hacer, y alza la voz si tomas clases particulares con alguien.

El maestro debe ser esa guía que te acompañe, no una figura de poder que tiene toda la razón. Recuerda que solamente tú te conoces a fondo. Aprecia tu cuerpo, tus limitaciones, tus oportunidades y disfruta de la práctica del yoga en todo momento.