Así como es arriba es abajo, y así como prácticas en tu tapete es como te mueves en la vida diaria. Cuando sientes que algo no está bien en tu vida y te saca de tu centro, es momento de reflexionar y ponerle un poco más de atención a tu salud física para que eso se refleje en tu salud mental.

La práctica de yoga puede ayudarte con muchos temas, no solamente físicos sino también emocionales. De hecho, la idea es que practiques con el fin de mejorar aspectos emocionales. Las asanas están diseñadas para que trabajes con ciertos aspectos de tu vida emocional.

Puede ser que te encuentres en una postura y sientas ansiedad (pregúntate por qué), o puede ser que hagas un balasana y te sientas muy relajado. La idea no es pelearte con esas emociones, sino que las dejes surgir y trabajes con eso poco a poco.

En estos días mantener el equilibrio en todos los deberes diarios puede ser todo un reto, por lo que estas posturas de yoga podrán ayudarte para que poco a poco lo logres.

Tadasana (la montaña)

Puede que no parezca mucho más que estar de pie, pero tadasana es una gran manera de encontrar tu equilibrio. Al sentir que tu peso se equilibra en tus pies y alarga tu columna vertebral mejorarás tu postura, lo que, a su vez, mejora tu equilibrio.

También puedes obtener aún más beneficios de equilibrio si la haces con los ojos cerrados.

Vrksasana (el árbol)

La clave para sacar el máximo provecho de esto es prestar atención a cada parte de tu cuerpo.

Empieza por el suelo y siente dónde el peso se concentra en tu pie. Ahora sube la pierna que está parada y siente los músculos comprometidos con una microflexión de la rodilla.

Asegúrate de que tu columna vertebral esté recta y que tus hombros y tu cabeza continúen en esa línea recta. También puedes desafiarte a ti mismo y cambiar la posición de los brazos o cerrar tus ojos.

Natarajasana (postura del bailarín)

Es una asana que a simple vista parece fácil; sin embargo, requiere de mucha concentración y fuerza en el abdomen y las piernas. Recuerda mantener tu cadera cuadrada, y si es necesario puedes microflexionar la rodilla de la pierna que está como soporte. Siempre pon atención a lo que dice tu cuerpo y haz las posturas con cuidado.

Virabhadrasana III (guerrero III)

Esta desafiante postura de equilibrio requiere el involucramiento no sólo de la pierna de apoyo, sino de toda la parte trasera del cuerpo: los hombros, la espalda, los glúteos y las piernas.

Además, la única manera de mantener con éxito la postura es sentir el cuerpo alargarse desde la punta de los dedos hasta la planta del pie y saber exactamente dónde están las caderas y asegurarte de que están en un plano cuadrado.

Mantras para el equilibrio

Además de estas posturas puedes complementarlas con diferentes mantras. Los puedes utilizar al comienzo de tu práctica, al final o durante.

Tengo lo que necesito, soy suficiente. Estas palabras simples te recuerdan que no necesitas nada más de lo que tienes, eres todo lo que necesitas.

Elijo estar bien, elijo tener salud mental y física. Recuerda que todo lo que dices en tu mente se manifiesta en la vida real. Si te repites una y otra vez que te sientes mal o te quejas constantemente, tu vibración será baja. Por el contrario, si diario eliges palabras de apoyo y positividad, se verán reflejadas en tu salud.

Toda la felicidad depende del coraje y el trabajo. Atribuida al novelista y dramaturgo francés Honoré de Balzac, esta cita puede ser un poderoso mantra para pensar en la felicidad y la alegría de la manera correcta.