Las personas exitosas saben cómo planificar sus días para lograr las metas que se proponen. Tener una planificación adecuada de tus tareas te ayudará a tener una organización mental y a tener claridad de todo lo que necesitas hacer día con día.
Puedes planificar tus días, pero lo ideal es que lo hagas por semana. Lo mejor es que el domingo, antes de ir a dormir te sientes en un lugar tranquilo en donde tú puedas estar relajado y concentrado para tener toda la claridad necesaria y planear tu semana. Es preferible que cumplas con esos objetivos, pero recuerda que también hay ocasiones que no todo saldrá como lo planeaste, así que es bueno aprender a tener flexibilidad.
Antes que nada, busca una agenda especial para esto o un pizarrón. No planear tu semana es malo, pero planificar tu semana sin tener en cuenta tus prioridades es aún peor, pues significa que eres capaz de manejar todo, pero en realidad no progresarás en tus objetivos porque estás demasiado ocupado en atender las prioridades de los demás. Y este es el objetivo principal de la planificación de la semana: ser capaz de bloquear proactivamente el tiempo para las cosas que son más importantes en tu vida en estos momentos.
Así que antes de comenzar con la planificación, piensa en estas tres cosas:
Esto quiere decir que, por ejemplo, para temas de trabajo, lo harás en la mañana y será tu prioridad. Y para cuestiones de hobbies, ejercicio, etcétera, también destinarás bloques de tiempo.
Si el domingo por la noche te sientas, con una taza de té o tu vino preferido, un poco de música relajante y un espacio agradable, podrás planificar todo lo que viene en la semana sin estrés. Esto te va a permitir tener bien delimitadas las cosas que tienes que hacer durante la semana, día por día. Lo mejor es que hagas justamente eso, una planificación diaria de lunes a viernes; consiéntete los fines de semana y deja los planes a un lado, salvo por unos minutos del domingo para planificar.
El ingrediente mágico para planificar tu semana de forma rápida y eficiente es tener una lista de control o una plantilla predeterminada que revises cada semana. Asegúrate de tener tus prioridades principales en la parte superior de tu lista de control y luego sólo añade el resto. Ello podría parecerse a esto:
Lo importante cuando planifiques todo es que dejes a un lado el multitasking (hacer muchas tareas a la vez). Es como si pusieras en práctica un poco de mindfulness en tu día: si vas a trabajar, concéntrate en eso; si vas a pasar tiempo con tus hijos, hazlo de verdad; si te vas a relajar, entonces apaga el celular y cualquier distracción y sumérgete en ello totalmente.