Hoy en día hay tantas cosas divertidas que puedes hacer con tu cabello: puedes hacerte unas bonitas trenzas francesas, levantarlo en un moño desordenado o pedirle a tu estilista que te coloque un color alocado. Por supuesto, puedes probar de todo y expresarte mediante tu cabello, pero si eres honesto contigo mismo, sabrás que todos estos cambios pueden traer consigo un cabello dañado, quebradizo y sin brillo. Para evitar que esto suceda o para reparar tu cabello si ya está dañado, sigue estos consejos:

Baja la temperatura

Las varitas mágicas que transforman tu cabello son el rizador y la plancha. Puedes traer un peinado ordinario o rebelde en ondas y rizos, pero con todo ese calor viene el daño, la sequedad, la fragilidad y el desprendimiento.

Según los profesionales, uno de los mayores errores que comete la gente es fijar la temperatura demasiado alta al peinar el cabello con calor. A menos de que tengas el cabello muy grueso o áspero, haz el trabajo con un ajuste de temperatura de rango medio en la plancha o el rizador. Y omite por completo el peinado con calor cuando sea posible; deja descansar a tu cabello algunos días.

Manipula el cabello mojado con cuidado

Cualquier cabello es más vulnerable cuando está mojado y el potencial de daño realmente se acelera si tu cabello es fino, rizado o frágil, así que debes manipularlo con cuidado. Nunca intentes pasar un cepillo por tu cabello mojado, a menos de que sea un cepillo diseñado específicamente para la tarea. La mayoría de los profesionales recomiendan usar un peine de dientes anchos para desenredar.

Cuando salgas de la ducha, no frotes vigorosamente tu cabello; en su lugar, sécalo suavemente con una toalla o, mejor aún, con un paño de microfibra o una camiseta suave. Hacer esto evita la fricción que puede poner estrés en el cabello vulnerable. Tampoco lo sujetes con una banda elástica cuando esté mojado, ya que esto puede causar que se rompa.

Experimenta con mascarillas capilares intensas y curativas

Las mascarillas capilares son tratamientos especiales de acondicionamiento. Contienen altas concentraciones de ingredientes reparadores e hidratantes, como vitaminas, aceites y elementos de origen natural.

También son más espesas que los acondicionadores normales, por lo que cuando las aplicas sobre el cabello húmedo, se quedan quietas. Eso les da tiempo a las fórmulas para penetrar más profundamente en la superficie del cabello y rellenar los huecos que se desarrollan en la superficie del cabello dañado. Las mascarillas continúan su función incluso después de enjuagarlas.

Encuentra una mascarilla que sea adecuada para tu tipo de cabello, por ejemplo, teñido o extra áspero y rebelde. Usa una mascarilla de tratamiento capilar dos veces por semana, o más si lo crees necesario o si el daño es demasiado. 

Usa crema para peinar

Los tratamientos y acondicionadores sin enjuague son como guardaespaldas para tu cabello las 24 horas del día; protegen todo el tiempo porque no se enjuagan. 

Una aplicación para cabello de colores vivos, por ejemplo, ofrecerá protección UV para evitar que el color se desvanezca. Un producto sin enjuague para cabello encrespado y rebelde agregará humedad y hará que tu cabello sea más suave y manejable. Para obtener mejores resultados, aplica productos sin peróxido ni aclarado sobre el cabello húmedo (no empapado) y peina con un peine de dientes anchos para una distribución uniforme.

Recurre a tratamientos profesionales

A veces, un régimen de tratamientos hechos en casa simplemente no es suficiente para el cabello extremadamente dañado. Ahí es cuando puede que necesites recurrir a los productos profesionales. 

Los tratamientos capilares profesionales en el salón contienen la mayor concentración posible de ingredientes activos. Se enfocan en cualquier tipo de daño del cabello, desde mechones que están demasiado procesados ​​o débiles hasta cabello que necesita una gran infusión de humedad. Por lo general, tu estilista aplicará un tratamiento contra el daño del  champú y debido a que estas fórmulas están tan concentradas, verás y sentirás una transformación de inmediato.

Por último, ten cuidado cuando nades o tomes el sol, ya que el cabello puede secarse mucho debido al cloro de una alberca o los rayos UV. También, algo importante es no dejar que crezcan más puntas abiertas, pues esto puede dañar el cabello sano. 

Con información de Matrix

Foto de portada: Unsplash