No hay edad para comenzar a cuidarse la piel, sin embargo, a partir de los 30 años es un gran momento para hacerlo si no has empezado aún. Las arrugas y las líneas de expresión no son tan profundas en esta etapa de la vida y, con suerte, los problemas de acné serán cosa del pasado.
"En esta edad, la producción de colágeno comienza a disminuir naturalmente, y factores como la exposición a los rayos UV y la alimentación pueden acelerar su descomposición y disminuir la formación de nuevo colágeno", explica la dermatóloga Keira Barr.
A continuación, una serie de consejos de expertos sobre cómo cuidar la piel a los treinta y tantos:
Lo mejor es adoptar buenos hábitos a partir de los 20 años; incluso antes, durante la adolescencia, pero si llegaste a los 30 sin una rutina de cuidado de la piel, este es un gran momento para empezar. Eso sí, debes apegarte a una rutina día y noche, sin días de descanso.
Lo básico para una rutina es un limpiador, un humectante y un protector solar. Los detalles de cada producto deben adaptarse a tu tipo de piel, necesidades, preferencias personales y hasta a lo económico.
Esto implica problemas con los cambios en la pigmentación (manchas más oscuras que aparecen generalmente en la frente, nariz y pómulos) que pueden comenzar a aparecer a los 30 años como resultado de la exposición al sol sin cuidado en los años anteriores.
La melasma o paño "no duele y no representa ningún riesgo para la salud, pero puede causar una angustia emocional significativa", dice Barr; "Debido a que puede ser difícil de tratar, es importante minimizar los factores desencadenantes, como el daño solar".
"Alrededor de los 35 años, siempre aconsejo a los pacientes que agreguen antioxidantes (como la vitamina C) por la mañana", dice la dermatóloga Zenovia Gabriel. También explica que debido a los cambios hormonales, como el embarazo, muchas mujeres tienen más probabilidades de desarrollar melasma.
Es importante que te asegures de que tu cuerpo tiene todas las herramientas que necesita para combatir factores como la inflamación, el daño de los rayos UV, la contaminación, las desveladas, lo que sea. Una manera en la que puedes hacer esto es desde adentro, con alimentación y suplementos.
Uno de tus enemigos es el estrés oxidativo, que ocurre cuando te expones a agresores internos o externos, y causa estragos en todas las partes de tu cuerpo. En la piel, agota tus niveles naturales de colágeno, elastina y ácido hialurónico y, en general, contribuye al envejecimiento celular prematuro. Te irá mejor a largo plazo si consumes alimentos ricos en antioxidantes o echas mano de algún suplemento.
Los efectos del tabaquismo golpean tu salud y la de tu cutis. Sin embargo, si puedes romper el hábito antes de los 40, puedes mitigar seriamente parte del daño. En un estudio se muestra que dejar de fumar a los 35 años podría ayudar a recuperar la salud tanto como alguien que nunca haya fumado.
"Además de aumentar tu hábito diario de protección solar para protegerte del sol, agrega alimentos con beneficios de protección UV como tomates, espinacas, granadas y salmón silvestre, que son ricos en licopeno, vitamina C y ácidos grasos omega 3 respectivamente", dice Barr; "Todos estos nutrientes ayudan a combatir los radicales libres, el estrés oxidativo y la inflamación generada por la exposición a los rayos UV".
También recomienda minimizar los alimentos procesados y los azúcares agregados, ya que esto último es un gran culpable de contribuir a la flacidez y las arrugas de la piel. "El consumo de azúcar en exceso contribuye a la formación de proteínas llamadas 'productos finales de glicación acelerada (AGES), que se unen al colágeno, haciéndolo rígido y quebradizo, lo que lleva a su degradación". En varios estudios se ha encontrado que tener una dieta alta en azúcar dificulta la reparación del colágeno, lo que resulta en una disminución acelerada del mismo y un envejecimiento prematuro.
Si tu régimen de cuidado de la piel aún no incluye la exfoliación suave, ahora es el momento de integrarla. Muchos estudios dermatológicos han confirmado que es una forma eficaz de acelerar la renovación celular, promover la producción de colágeno, etcétera. La exfolición debe ser suave, que puedas hacerla con regularidad sin provocar enrojecimiento, irritación o inflamación.
Evita los ingredientes agresivos como microperlas o partículas grandes y ásperas, que pueden causar microdesgarros en la piel, lo que puede provocar daños.
Tu barrera cutánea es esencial para la salud de la piel. Y todas las sustancias que fortalecen la barrera cutánea (ácido hialurónico, elastina, colágeno, etcétera) comienzan a disminuir alrededor de los 30 años, lo que significa que debes poner atención a la función de barrera por encima de todo.
Una forma común de dañar la barrera es con el uso de limpiadores agresivos que interrumpen el microbioma de la piel y, por lo tanto, desencadenan inflamación. "Los aceites son perfectos para casi todos los tipos de piel", señala la esteticista Elle Feldman, "no raspan la piel, exfolian, suavizan, desintoxican y tonifican". Son excelentes para la piel seca y deshidratada, pero lo suficientemente concentrados como para ser efectivos para todo tipo de piel.
"Sin embargo, no todos los aceites funcionan bien con toda la piel; por ejemplo, el aceite de oliva puede ser irritante para algunas personas, pero se ha descubierto que el aceite de argán y los aceites de semilla de uva son bien tolerados por la mayoría". Barr recomienda que antes de aplicar cualquier aceite en tu cara, primero hagas una prueba en un área poco visible.
Incorpora sueros a tu arsenal, pues aportan altas concentraciones de ingredientes activos. Según Feldman, "las moléculas en el suero son lo suficientemente pequeñas como para penetrar en la piel y fortalecer las paredes celulares para reparar la piel estresada, equilibrar la hidratación e iluminar el tono desigual de la piel".
Dado que a los 30 años el rango de tu piel puede variar entre graso y propenso a brotes o seco y sensible, considera un suero multipropósito: "Elige productos con ingredientes a base de plantas que calmen, suavicen, regulen, hidraten y contengan cualquier cosa que no afecte tu piel".
Con información de mindbodygreen
Foto de portada: Unsplash