Al hablar del cuidado de la piel, tanto en lo que se publica en los diferentes medios, como en la publicidad de los productos, lo común es encontrar imágenes de mujeres e información dirigida a ellas. Sin embargo, la piel de todos, hombres y mujeres, requiere cuidados; es importante limpiarla, hidratarla y protegerla para mantenerla saludable.
Entonces, si bien el empaque o la comercialización en torno a estos productos suelen inclinarse hacia las mujeres, no hay nada sobre los ingredientes en sí que sean específicos para un género. Muchos de los activos que contienen, como el ácido hialurónico, la vitamina C, la niacinamida, el retinol y los hidroxiácidos, son igualmente efectivos en hombres y mujeres.
Aunque los pasos para cuidar la piel pueden ser los mismos para hombres y para mujeres, ellos se ahorran toda la parte del maquillaje.
Lo ideal al establecer tu rutina diaria es que la hagas de acuerdo con tu tipo de piel e, idealmente, de la mano de un dermatólogo. Sin embargo, estos pasos te pueden ayudar a iniciar una rutina de cuidado básico.
1. Limpiar: Es necesario limpiar la piel antes de comenzar con los sueros de tratamiento y la crema hidratante. Elige un jabón suave, de preferencia líquido o en gel, acorde a tu tipo de piel. Frota suavemente todo el rostro y enjuaga con agua fría.
2. Tratar: Los ingredientes activos de los distintos tratamientos penetran más fácilmente en los poros de la piel recién lavada. En este paso se recomienda usar sueros antioxidantes con vitamina C, ya que ayudan a evitar los radicales libres y el estrés oxidativo, así como a disminuir la hiperpigmentación y estabilizar el colágeno. También puedes optar por un suero de niacinamida para equilibrar la producción de aceite y ayudar a controlar los brotes.
Tip: Los días que te rasures, es recomendable omitir los tratamientos y pasar directamente a la crema hidratante. Esto se debe a que el afeitado exfolia la piel y la piel recién exfoliada se puede irritar más fácilmente con los activos que incluyen los sueros y tratamientos.
3. Hidratar: Para retener la hidratación, un humectante (crema, loción o aceite) es clave. Elige el tipo y textura que mejor vaya con tu piel, por ejemplo, una loción o crema ligera para la piel grasa, o una crema un poco más espesa o un aceite para las pieles secas. Fíjate que incluya ingredientes que apoyen y fortalezcan la barrera cutánea, como ceramidas, glicerina, avena coloidal y aloe vera.
4. Proteger: La protección solar debe ser el paso final de tu rutina matutina de cuidado de la piel. Si quieres ahorrar este paso, puedes buscar una crema hidratante con factor de protección solar (SPF) de 30. O bien, usa un bloqueador solar con ese mismo nivel de protección como mínimo. Recuerda que incluso si estás dentro de casa debes usarlo y que aunque tengas barba o un poco de vello facial, incluso en esas zonas debes aplicarlo, pues el pelo no protege la piel de la radiación UV.
5. Aceite para la barba: Paso extra si tienes vello facial. El aceite para barba se puede aplicar por la mañana o por la noche (o en cualquier momento en que sienta la piel seca); sólo asegúrate de que sea siempre el último paso de tu rutina. Los aceites son de naturaleza oclusiva, por lo que nada se les escapa, así que deben ser la capa final que cubra tu piel.
1. Limpiar: El lavado nocturno de la cara es muy importante, ya que te ayuda a eliminar la suciedad acumulada a lo largo del día, además de que los demás productos no podrán hacer su trabajo si tus poros no están limpios. Aquí puedes usar el mismo jabón o gel de las mañanas.
2. Tratar: Aquí puedes usar una loción astringente para las áreas grasas y un exfoliante para los días que no te hayas afeitado.
3. Hidratar: Los hidratantes para el día suelen ser de textura más ligera, pero para la noche puedes elegir una crema más densa. Este paso es muy importante, ya que la piel es más permeable mientras duermes, lo que facilita que el agua se filtre.
4. Aceite para la barba (si tienes vello facial): Es importante que el aceite quede sólo en el vello facial y no en la piel, ya que algunas fórmulas con textura pesada tienen el potencial de obstruir los poros y provocar brotes.
La piel de los hombres tiene algunas diferencias estructurales con la de las mujeres, lo que puede requerir una rutina ligeramente modificada y por ello lo ideal es consultar con el dermatólogo.
Ninguna piel funciona exactamente igual, independientemente del género; por lo que al final se trata de encontrar los ingredientes y los pasos correctos que funcionen para cada quien. Considera estas recomendaciones como un punto de partida y haz los cambios o ajustes necesarios hasta dar con los pasos exactos que tu piel requiere.
Foto de porrada: Freepik