Cada persona tiene un talento, el cual se le hace fácil pero, sobre todo, que puede gozar. Y mejor aún, es su servicio a la humanidad.

Cuando la vida empieza a ser una rutina y te dejas guiar por la moda, la sociedad, lo que te dirán y más por el dinero o el reconocimiento, puedes olvidar quién eres y a qué viniste. Se te olvida que sí tienes un don y que compartirlo es lo que te va a llenar el alma. Está muy relacionado con tu misión de vida. 

Cuando lo reconoces, encuentras y llevas a cabo, la vida empieza a tener más sentido y puedes cambiar la rutina para concientizarte de que tú eres el protagonista de tu vida y de tu destino. 

Al alinearte con tu naturaleza cumples con tu misión de vida. Al cumplir ese don y ejercerlo con la frente en alto para el servicio y el bien común, con la intención de una ayuda mayor, entonces la vida empieza a tener más sentido. Queda más claro lo que tienes que hacer y el rumbo se abre para caminarlo. Es desde tu esencia, desde la aceptación y orgullo de quien eres, bien plantado, con el corazón abierto y con el trabajo duro que implica el llevarlo a cabo, la forma en la que vas a llenar poco a poco ese vacío.

Es claro que el talento personal tiene un propósito y al usarlo con la motivación correcta puedes ayudarte y ayudar al prójimo, al planeta y al universo. Se logra al ser tú mismo y no al pretender ser una copia de algo que no eres por obtener lo que la sociedad cree que es más conveniente. 

Es escuchar la dirección que dicta el alma, lo que te llena, lo que te saca sonrisas natas. Es ver las señales que desde niño están presentes. Es entender la fecha que elegiste al nacer para entender qué te influye. 

En la infancia está más fresco ese talento; lo jugabas, lo actuabas, es lo que te daban ganas de hacer. Y si eres afortunado y se te permite y te lo permites, con suerte lo llevas a la práctica de adulto.  

Por ello, la niñez es una etapa muy importante en la cual puedes descubrir muchas cosas de quien verdaderamente eres y a qué vienes. Contactar con tu niño interno es una superherramienta para encontrarte con tu don nato, con lo que se te dio desde que naciste. 

Otra herramienta para encontrar ese propósito tiene que ver con tu Onda Encantada o tu Carta Astral Maya. Los mayas tenían varios calendarios, pero sólo uno de ellos servía para que los individuos se conocieran y supieran hacia dónde dirigirse en la vida desde su propia naturaleza. Es a través de este calendario como los adultos educaban a sus hijos de acuerdo a su propia naturaleza. Así entendían su misión de vida, su propósito, a qué habían venido, cuál era su esencia, reto, servicio, equilibrio, liberación, entre otros. Y esto lo podían encontrar con su fecha de nacimiento.

Estas herramientas te acercan a tu propósito de vida, te ayudan a brillar de acuerdo a tu naturaleza, a ser tú mismo, compartir tu don y expresarte con esa seguridad de que tu vida tiene sentido. Recuerdas que eres una pieza clave en este planeta y que se necesita de ti. Que sólo tú puedes dar eso que eres, como tú lo sabes y sientes. Y que ya llegó el momento de pararte en tus dos pies y hacer algo para expresarte como tu verdad y brillar. Te ayudarás y completarás al ser tú mismo. 

El mundo está listo para ver y recibir lo que viniste a ser y hacer. Y si aún tienes duda de cuál pueda ser tu talento, por favor no dejes de buscarlo. Dentro de ti está la respuesta. 

Hay espacio en este universo infinito para ti, para tu don y para brillar.

Si necesitas ayuda puedes adquirir tu Carta Astral Maya, o bien, asistir al taller "Conéctate con tu Niño Interno y Encuentra Tu Talento".

Más información:
www.mena.life 

Teléfono: 52 1 (777) 352 8511‬